El estado de salud de la presidente Cristina Kirchner volvió a causar preocupación este sábado, luego de que se conociera que permaneció varias
horas en una institución médica efectuándose chequeos. En un comunicado leído
desde Casa de Gobierno, el secretario de Comunicación, Alfredo Scoccimarro,
informó que se le realizó "un estudio cardiovascular en la Fundación Favaloro y,
debido a que presentó un cuadro de cefalea, se realizaron estudios neurológicos
con un diagnóstico de colección subdural crónica y se le indicó reposo de un
mes".
Desde la Fundación Favaloro
confirmaron el diagnóstico a Infobae y manifestaron que "se acordó con la
Unidad Médica Presidencial que toda la información sobre el estado de salud de
la mandataria va a ser difundida por Presidencia". "Ninguno de nuestros médicos
va a decir más de lo que se dijo en el comunicado de la Secretaría de
Comunicación", remarcaron.
Pero, ¿de qué se trata el cuadro que padece la mandataria? En diálogo con Infobae, la doctora María Martha Esnaola -jefa de Neurología del Hospital César Milstein- explicó que esa colección de sangre se forma en las meninges, entre el cerebro y el cráneo. "La causa más común son los traumatismos. Los síntomas se presentan un tiempo después de un golpe en la cabeza y empiezan de forma muy solapada, con dolor de cabeza, sensación de confusión, pérdida de fuerza en un brazo o una pierna y -dependiendo del tamaño del hematoma- a veces hay que recurrir a la cirugía para que drene", detalló y descartó que la arritmia que presentó la Presidente esté relacionada con este cuadro.
"No es una complicación rara de
ver después de un golpe en la cabeza, aunque a veces los traumatismos banales
también la pueden provocar. También puede producirse de modo espontáneo. El
neurólogo hace el diagnóstico basándose en la tomografía computada y, si
corresponde, interviene el neurocirujano", afirmó la especialista.
"Si el hematoma es lo
suficientemente grande como para producir síntomas hay que drenarlo quirúrgicamente.
Si hay otros hematomas que -por lo general son laminares porque son muy finos-
se reabsorben espontáneamente. Hay que hacer controles bastante seguidos y
evaluaciones clínicas para ver si el cuadro empeora. El drenaje quirúrgico es simple dependiendo del tamaño del hematoma
y la recuperación es habitualmente rápida, con un postoperatorio de tres o
cuatro días", aseguró.
Esnaola contó que si la
colección es diagnosticada a tiempo la recuperación puede ser completa. "Si no,
el hematoma sigue creciendo y el cuadro neurológico se agrava. Es algo bastante
común en personas mayores de 60 años".
Infobae también consultó al
doctor Federico Buonanotte -jefe del Servicio de Neurología del Hospital
Nacional de Clínicas de Córdoba y profesor titular de Neurología de la Facultad
de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba- quien explicó que,
"al comprimirse el sistema nervioso se produce un fuerte dolor de cabeza y a
veces con reposo el cuadro puede desaparecer, aunque los estudios deberían
repetirse en 20 días para observar la evolución".
"Pero puede pasar lo
contrario y agravarse, es por ello que es fundamental que el paciente esté
controlado. Hay que ver si el hematoma se produjo por acumulación de sangre o
de líquido celafalorraquídeo", aclaró Buonanotte.
"Otro punto importante es el
tamaño de la colección: si es grande se la controla aunque puede indicarse una intervención quirúrgica. Si es pequeña hay
que darle tiempo para ver si se reabsorbe. Si esto no ocurre, se efectúa el drenaje", sostuvo.
El profesional explicó que este
cuadro es frecuente y que muchas veces su diagnóstico resulta ser un hallazgo,
que se detecta por un dolor de cabeza. "Una caída zonza o un golpe contra una
ventana, o cualquier otro tipo de esfuerzo puede hacer que esto ocurra. Si la
colección está en el lóbulo frontal puede provocar trastornos de conducta, y si
está en la parte media del cerebro puede generar algo parecido a una
hemiplejía", finalizó Buonanotte.
Por Soledad Blardone y Valeria Chavez