Mientras continúan las tareas de rescate y la cifra de indocumentados que han muerto sube con las horas, Nicolini relató cómo los cadáveres recuperados son depositados en uno de los muelles de la pequeña isla, mientras se busca otro lugar, que podría ser el hangar del aeropuerto.
Pero la situación también empieza a ser dramática en el centro de acogida de inmigrantes de la isla, en el que actualmente se alojan 1.350 personas a pesar de que tiene una capacidad para unas 700.
La isla está a 205 kilómetros al sur de Sicilia, a sólo 113 kilómetros de las costas africanas, lo que hace que en tres o cuatro días de navegación Lampedusa se convierta en el sueño para tantos inmigrantes.
"Es un horror. No dejan de llegar barcos y descargar muertos. Los medios de comunicación tienen que venir a ver esto. Es impresionante", agregó la alcaldesa entre lágrimas mientras hablaba por teléfono con algunas televisiones.
"No pueden seguir viniendo en estas condiciones. Si sigue así sería mejor que fuéramos a por ellos", agregó hoy la alcaldesa, que denuncia desde hace meses la "dejadez" de las instituciones europeas ante estos dramas.
Desde su elección en mayo de 2012, la alcaldesa ha conducido siempre su batalla para que todo el mundo conociese el drama que se vive en Lampedusa y el pasado febrero escribió una carta a la Unión Europea en la que pedía ayuda bajo el título: "¿Cuán grande tiene que ser el cementerio de mi isla?".
El papa Francisco había elegido esta isla, puerta de Europa para miles de inmigrantes africanos, como su primera visita dentro de Italia después de quedar conmocionado tras una de estas tragedias en el Canal de Sicilia.
En el único cementerio de la isla en Cala Pisana ya hay decenas de tumbas de inmigrantes, sin nombre, ni nacionalidad, y el ayuntamiento sólo ha colocado una simple foto del mar en el que perdieron la vida y en la que está escrita su supuesta edad, si eran hombres, mujeres o niños, su origen africano y la fecha en la que su cuerpo fue encontrado.
"Basta. ¿A qué esperamos? Lo que pasa en Lampedusa es un horror continuo", volvió a exclamar hoy Nicolini.
Según un último informe de la fundación Fortress Europe, desde 1990 hasta principios de año han muerto 8.000 personas al cruzar el Canal de Sicilia, de los que 2.770 lo fueron en 2011, cuando debido al conflicto en Libia cerca de 60.000 personas emprendieron la travesía en un intento de llegar a Italia.