EEUU: el cierre del gobierno continúa, y crece el fantasma de la deuda

El shutdown entra en su tercer día, sin soluciones a la vista. Un rechazo al financiamiento, en los próximos días, significaría uno de los mayores golpes para la economía norteamericana. Preocupación en Europa

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 EFE 163
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Se cumplen tres días del cierre del gobierno norteamericano, y aún no se vislumbra una rápida solución. El miércoles, el presidente Barack Obama dio la primera muestra de acercamiento con el arco opositor al convocar a una reunión a líderes republicanos. Sin embargo, el mandatario no logró llegar a un acuerdo con los funcionarios opositores, y, mientras la parálisis presupuestaria se mantiene en vigencia, en la Casa Blanca ya se están tomando la cabeza por la inminente sesión parlamentaria en la que se deberá tratar el techo de la deuda externa.

El panorama no es para nada alentador hasta el momento. Con respecto a la ley presupuestaria, ambas bancadas mantienen firmes posiciones con relación a la reforma sanitaria, principal eje de conflicto que derivó en el rechazo de la Cámara de Representantes al  presupuesto propuesto por el Ejecutivo.

Por un lado, el presidente Obama días atrás aseguró que no negociará la aplicación del programa de salud, que busca darle cobertura médica de bajo costo a aquellos ciudadanos que no cuentan con una. Los republicanos, por su parte, tampoco se muestran proclives a negociar. En su primer intento por instar al partido opositor a finalmente dar luz verde al presupuesto fiscal de este año, el mandatario se volvió a topar con la resistencia republicana.

Por su parte, mientras la Casa Blanca busca alternativas para destrabar este conflicto, también ocupa sus horas en estudiar cómo hará para recibir el apoyo opositor para aprobar el techo de la deuda.

Lo que busca la administración de Obama es aumentar el techo legal de endeudamiento por encima de los 16,7 billones de dólares. Sin embargo, el Ejecutivo teme recibir otro revés por parte del bando republicano en un intento por despojar nuevamente de fondos a la ley de salud, más conocida como Obamacare, tal como sucedió días atrás con la propuesta de financiamiento del gobierno.

¿Cuáles serían las consecuencias de un cese de pago de la deuda? En caso de verse obligado a dejar de pagar sus deudas, el Estado vería el derrumbe de los mercados bursátiles, se elevarían las tasas de interés, impactaría directamente en la capacidad de contratación de las empresas. Esto último, a su vez, llevaría a una merma en el consumo, el principal motor de la economía norteamericana.

Ya con el país paralizado y con otra controvertida resolución que deberá tratarse en los próximos días –la fecha límite es el 17 de octubre–, el gobierno norteamericano busca la manera de no ver resentida su economía.

En ese sentido, el propia Obama había reconocido que "no aumentar el piso será más grave que el cierre del gobierno". "Será una parálisis total", concluyó.


 AP 163
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Continúan las discrepancias

Este miércoles, la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, aprobó la reactivación de ciertos servicios del Estado Federal. Sin embargo, esta iniciativa parece no llegar a buen puerto,  ya que lo que buscan los demócratas es aprobar una ley general de finanzas para seis semanas, que cubriría el conjunto de oficinas del Estado, y no "por trozos", como propone el arco opositor.

Los republicanos aprobaron dos mini-iniciativas. En primer lugar, una para financiar apertura de parques, museos y monumentos nacionales e institutos de Salud, que realizan investigaciones contra enfermedades de gravedad como el cáncer.

La otra medida, en tanto, con apoyo demócrata, incluye los servicios municipales de la capital de Washington, cuyo presupuesto depende del Congreso.


Europa mira de reojo a los Estados Unidos

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, advirtió que la parálisis presupuestaria en la que están inmersos los Estados Unidos podría suponer un riesgo a nivel mundial.

"El cierre federal puede ser un riesgo para la recuperación mundial", aseguró el funcionario en rueda de prensa, luego de la reunión mensual del BCE.

Sin embargo, aclaró que, "por el momento", no representa una amenaza para la economía mundial.

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