El Departamento de Estado dispuso el martes la expulsión de tres diplomáticos venezolanos, luego de que el gobierno caribeño obligó a abandonar Caracas a tres funcionarios estadounidenses, incluida la encargada de negocios Kelly Keiderling.
Por su parte, los EEUU comunicaron que deberán regresar a Venezuela el encargado de negocios Calixto Ortega Ríos; la segunda secretaria de la embajada, Mónica Alejandra Sánchez, que están en la sede diplomática en Washington; y la cónsul Marisol Gutiérrez de Almeida, que se encuentra en el consulado venezolano en Houston. Todos fueron declarados "personas no gratas".
El Departamento de Estado dijo que "es lamentable que el gobierno venezolano decidiera nuevamente la expulsión de funcionarios diplomáticos estadounidenses con base en afirmaciones infundadas, lo cual obliga medidas de reciprocidad. Lo sucedido es contraproducente para los intereses de nuestros dos países", agregó.
La encargada de negocios de los Estados Unidos en Venezuela,
Kelly Keirderling, rechazó las acusaciones del gobierno de Nicolás Maduro de
haber alentado planes de desestabilización y de sabotaje en el país.
"Todas las acusaciones de sabotaje, de conspiración, de que nosotros vamos
a acabar con el mundo todas son falsas", indicó en una rueda de prensa
Keiderling, que junto a otros dos diplomáticos de la embajada tienen hasta este
miércoles para abandonar el país después de que Maduro anunciara su expulsión.
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