Un policía murió en un ataque perpetrado en el centro de Paraguay contra
una delegación del Ministerio del Interior, atribuida por fuentes oficiales al
grupo armado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
La comitiva del Ministerio compuesta por tres automóviles recorría el distrito
de Tacuatí, situado en el departamento de San Pedro, cuando fue atacada con
armas de fuego, cuyas balas alcanzaron a uno de los conductores en la cabeza,
informó Francisco de Vargas, ministro del Interior.
El ataque se produjo en el mismo departamento donde el Gobierno atribuye al EPP
el asesinato de cinco guardias de seguridad de una hacienda ganadera el pasado 17 de agosto, dos días después de la asunción del nuevo presidente paraguayo,
Horacio Cartes. "Es una víctima más que lamentar", dijo el mandatario respecto al asesinato del agente.
Los cinco fallecidos de entonces y el de este martes elevaron a 31 los muertos
atribuidos por el Gobierno al EPP desde 2005.
Cartes logró una semana después de su llegada a la Presidencia que el
Legislativo aprobara unas enmiendas a la Ley de Defensa Nacional para enviar de
inmediato fuerzas militares a la zona donde presuntamente opera este grupo: en
los departamentos de San Pedro, Concepción y Amambay, fronterizo con
Brasil.
De Vargas explicó que el conductor del automóvil atacado, que circulaba
escoltado por dos camionetas de la Policía Nacional, perdió el control del
vehículo al ser disparado y éste volcó, lo que causó heridas leves a cuatro
personas.
"Fue en Tacuatí, zona de influencia del EPP, organización criminal y
terrorista que reivindica políticas de izquierda en nuestro país. Es su modus
operandi y la zona, es el típico ataque cobarde de ellos", manifestó De
Vargas.
"Probablemente fueran dos personas, aunque solo se disparó un arma. Era
una zona boscosa, ahora estamos realizando un despliegue pero la noche impide
los trabajos de búsqueda", añadió.
El ministro dijo que la comitiva estaba compuesta por funcionarios que iban a
hacer capacitación sobre derechos humanos a las unidades policiales y militares
que están desplegadas en las zonas mencionadas, después de las recientes
denuncias de abusos hechas por varias ONG.
"Quiero señalar que era una comitiva de derechos humanos, nos produce
mucho dolor pues son funcionarios que no están en operaciones en la
calle", abundó De Vargas.