De acuerdo con TorrentFreak, Breaking Bad fue descargada más de 500.000 de veces alrededor del mundo en las 12 horas que transcurrieron después de que apareciera la primera copia online.
Al menos una de cada cinco descargas provenían de Australia, que lideró las cifras y fue seguida por los EEUU (14,5%), Reino Unido (9,3%), Canadá (5,7%), India (5,1%), Holanda (2,4%), Polonia (2,4%), Filipinas (2,3%), Francia (2,2%) y Sudáfrica, país que atrajo al 2,1% de las 500.000 descargas, dijo el sitio.
El anticipado capítulo final, emitido por el canal de cable AMC, fue visto por 3,7 millones de espectadores más que el penúltimo episodio una semana atrás, que ya había alcanzado un récord para la serie de 6,6 millones, de acuerdo con la firma de mercado Nielsen, citada por la revista de la industria cinematográfica Variety.
Si bien no alcanzó el récord del mayor éxito de AMC The Walking Dead, que sumó 12,4 millones de telespectadores en el último capítulo de su tercera temporada, Breaking Bad sí triplicó la audiencia del episodio más visto hasta el momento de Mad Men (3,5 millones en la premiere de su quinta temporada), indicó la revista.
No obstante, estas cifras son modestas si se comparan con los récords de audiencia que alcanzaban los programas televisivos en el pasado, antes de que la era digital cambiara la experiencia de la televisión tradicional.
Entre los grandes finales de series televisivas, Breaking Bad quedó en tercer lugar, después de Los Soprano (11,9 millones en 2007) y Sex and the City (10,6 millones en 2004), según Variety.
Por ejemplo M.A.S.H. tuvo casi 106 millones de espectadores en su gran final en 1983; Cheers sumó 80,4 millones una década después y el último episodio de Seinfeld acumuló un rating de 76,3 millones en 1998.
La historia de un tímido profesor de química devenido en el barón de las metanfetaminas Walter White (Bryan Cranston) llegó a su término en su quinta y última temporada el domingo, una semana después de ganar el premio Emmy -el Óscar de la televisión estadounidense- a la mejor serie dramática.
En la serie, el afable Walter White se convierte en un productor de metanfetamina tras ser diagnosticado de cáncer terminal a sus 50 años, porque quiere dejar a su familia en una buena situación económica.
Pero, a medida que el negocio de White prospera, se empiezan a acumular cadáveres de rivales y de gente inocente.
El actor Bryan Cranston, de 57 años, ganó en tres ocasiones el premio Emmy al mejor actor gracias a este papel.