No es la primera vez que se altera genéticamente esta bacteria para producir biocombustibles. Recientemente, investigadores británicos desarrollaron un método para que la E. coli convierta la biomasa en un combustible muy similar al diesel.
Pero el Advanced Institute of Science and Technology de Corea del Sur dio un paso más: utilizar la bacteria para hacer gasolina premium, de la más alta calidad.
"El significado de este descubrimiento es que ya no sería necesario acudir a otro proceso para obtener combustible de la E. coli. Logramos convertir los desechos de biomasa directamente en gasolina", explicó el profesor Lee Sang-yup a The Wall Street Journal.
"El producto puede ser usado en un automóvil. Tiene la misma composición y propiedades químicas que la gasolina", agregó.
El proceso es sencillo. Primero se genera la E. Coli genéticamente modificada. Luego se la alimenta con glucosa. Las encimas que produce la bacteria convierten el azúcar en ácidos grasos que se transforman en hidrocarbonos química y estructuralmente idénticos a los que se hallan en la gasolina comercial.
Pero todavía falta mucho tiempo para soñar con automóviles que funcionen impulsados por bacterias. Con la tecnología actual, sólo se pueden producir algunas gotas por hora, en una proporción de apenas 580 miligramos por cada litro de glucosa.
"Nuestra próxima meta es hacer tres gramos de gasolina por litro en una hora y luego escalar hasta 10 o incluso 20 gramos. Entonces será competitiva", dijo Sang-yup.
"Es un largo camino por recorrer, eso es seguro. Pero puede que se nos ocurran nuevas ideas que funcionen en el futuro. ¿Quién sabe?", concluyó.