Obama: "Mi esperanza es que a última hora el Congreso haga lo correcto y no paralice el gobierno"

El presidente de EEUU afirmó que la paralización federal "puede evitarse". En un mensaje a la nación, acusó a los republicanos de poner en riesgo la recuperación del país. "El impacto sería inmediato", advirtió

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"Unos 700.000 funcionarios deberán irse a casa sin recibir su salario, pero sí deben pagar sus cuentas. Son nuestros vecinos, sirven con orgullo nuestro país... y se verían muy afectados", afirmó el presidente de los EEUU, que se pronunció sobre la posibilidad de que este lunes su país se quede sin presupuesto.

Barack Obama dijo que todavía se puede evitar una paralización parcial del Gobierno y acusó a los republicanos de la Cámara de Representantes de fabricar una crisis que podría dañar la economía y a los ciudadanos de todo el país. "Una paralización tendrá un impacto económico real muy fuerte en la gente de inmediato", dijo Obama a periodistas en la Casa Blanca.

El Senado estadounidense rechazó el proyecto de ley de finanzas aprobado el fin de semana por la Cámara baja, lo que prolonga el bloqueo y aumenta el riesgo de una paralización gubernamental a partir del martes. Los 54 senadores demócratas, que disponen de mayoría, votaron contra la propuesta, que habría permitido financiar al Estado federal pero que socavaba la ley sobre asistencia médica de Barack Obama.

Restan pocas horas en las Cámaras, cada una controlada por un partido diferente, para acordar un texto común e impedir un cierre parcial de los servicios públicos. Pese a la ausencia de un acuerdo sobre el presupuesto entre demócratas y republicanos, Obama afirmó este lunes no estar "para nada resignado" a una parálisis del Estado, que parece, sin embargo, inminente.

Si no se llega a un acuerdo esta medianoche en la Cámara alta, esta paralización afectará a un amplio número de programas, que incluye desde parques nacionales hasta el mismo Pentágono. A su vez, cerca de 800.000 funcionarios se verían obligados a no concurrir a sus trabajos durante el tiempo que dure la escasez.

Esta medida, que no se adopta desde enero de 1996, podría costar más de mil millones de dólares y, según el propio Barack Obama, "perturbará la economía" del país.

En caso de aplicarse una paralización, aproximadamente un 35% de los más de dos millones de empleados del gobierno federal dejarían sus puestos de trabajo a partir de este martes. Por eso, las agencias federales comenzaron a realizaron una selección de los trabajadores considerados "esenciales".

Entre los organismos oficiales que clausurarían, están los parques nacionales y el propio Pentágono, entre otros. A su vez, también se vería afectado personal de la Casa Blanca.

Sin embargo, continuarían funcionando los programas que se consideran esenciales, como el control de tráfico aéreo y las inspecciones alimentarias.

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