El Merval y la Argentina: el que apuesta a una crisis se equivoca

Por Germán FermoEl país enfrentará importantes desafíos en los próximos años, pero el escenario no tendrá un desenlace crítico como algunos temen

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Como suelen ser todos mis artículos, el presente no pretende hacer una reflexión política, ni filosófica sobre la realidad argentina. Por lo tanto, en el presente simplemente me concentro en Argentina como un bet de posicionamiento de mediano plazo con una visión estrictamente relacionada al manejo de carteras y siguiendo una lógica que ha definido a una serie de artículos que he publicado recientemente sobre Argentina: "en el relativo Argentina está barata" y eso me pone muy optimista. Y en este contexto recuerdo una frase de un antiguo jefe: "Germán, para hacer guita en este mercado hay que ser optimista, los pesimistas la ven pasar todo el tiempo".

Que Argentina enfrentará importantes desafíos en los próximos años no es sorpresa para nadie, basta con viajar en taxi para enterarse. Entonces, uno podría ponerse bien negativo y comenzar con una lista amplia de desafíos macroeconómicos que aquejan al país tales como: a) Pérdida de reservas, b) Presiones inflacionarias, c) Débil generación de empleo, d) Abultado déficit fiscal, e) Déficit energético y podríamos ser tristes y ponernos entonces a llorar por "n" años cosa, que no sirve para nada: todo esto es solucionable, no es gratis obviamente hacerlo pero alcanzable en última instancia.

En vez de llorar entonces, podríamos hacer algo mucho más útil y comenzar por lo tanto a pensar en dónde están las oportunidades que siempre ofrece Argentina. Precisamente es este "combo pesimista" el que me pone "optimista" aunque parezca paradójico.

Es fácil en este contexto ponerse negativo y augurar que para estar bien primero tenemos que padecer una de las tantas crisis a la que los argentinos estamos tan acostumbrados. Y si bien un escenario de crisis no tiene probabilidad cero (como en ningún lugar del mundo), en el mercado de activos financieros uno no se maneja con el peor escenario sino con el escenario más probable y tengo la sensación de que dicho escenario lejos está de ser brillante para los próximos dos años pero tampoco tendrá un desenlace crítico como algunos temen. Hay dos razones en los que baso mi hipótesis.

Primero, gane quien gane, el Peronismo heredará al Peronismo y en este sentido me parece muy claro que bajo ninguna circunstancia le conviene al Peronismo deteriorar a la macroeconomía local al punto de ocasionar un desenlace trágico, nunca observé al Peronismo "suicidarse" y no creo que ésta sea una excepción. En este contexto, sería razonable esperar un entorno 2014/2015 caracterizado por intentar mantener el statu-quo actual con algún que otro cambio en el medio de manera tal de llegar ordenadamente al 2015. Pero lo que no me imagino es un una secuencia de decisiones que empeoren sustancialmente la realidad actual.

Segundo, tengo la sensación de que por primera vez desde el 2002, la economía dominará a la política por una sencilla razón: a nivel económico Argentina ha tocado restricciones en varios frentes sin demasiado margen remanente a esta altura. La economía tiene leyes, como la ley de gravedad de Newton en la física y esas leyes sin dudas ya están influenciando decisiones políticas. No es casualidad escuchar en los distintos frentes opositores un marcado mensaje "hacia el centro" y no creo que el mismo se origine por una cuestión de convicción plena sino por necesidades estrictamente económicas. Argentina necesita Dólares y para ello tarde o temprano deberá acceder a los mercados internacionales pre-normalización de ciertas cuestiones económicas internas.

No es casualidad que YPF haya emitido deuda a cinco años a tasa variable la semana pasada en mercados internacionales cosa que es una excelente decisión, tampoco parecería casualidad que Argentina intente acordar en el CIADI. Estas medidas son muy correctas y apuntan a la necesidad de abrir puertas nuevamente que le permitan a Argentina en los próximos años recomponer su posición energética, la cual en el mejor de los casos llevará años de intenso trabajo e inversión: la energía es la única importación que no se puede cerrar.

Por eso estoy optimista Argentina obviamente, en la medida que uno tenga el estómago necesario para transitar años futuros que serán altamente desafiantes: "no pain, no gain, no guts, no glory". Y repito lo que comenté en la nota sobre YPF de la semana pasada: los trades ganadores hay que armarlos cuando duelen y hoy irse long Argentina duele y es precisamente en este punto en donde está la oportunidad. Los dejo con un gráfico que muestra la performance del EEM (ETF que replica équities de emergentes) y el ARGT (ETF que replica équities de Argentina). Desde la creación del ARGT en marzo 2011, la performance del EEM fue de -11% versus una para Argentina de -35 por ciento. Argentina está barata por donde se la mire.



(*) Germán Fermo. Ph.D. in Economics, UCLA, Máster en Economía CEMA. Actualmente se desempeña como Director de MacroFinance y como Director de la Maestría en Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella.

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