Esta cifra incluye los gastos que tiene que afrontar una persona mensualmente como comida, viajes, vestimenta, y contempla a todos los ciudadanos con ingresos, ya sea que estos provengan de un trabajo en relación de dependencia, jubilaciones, honorarios profesionales o subsidios del Estado.
Los números se desprenden de los datos oficiales de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que realiza el INDEC correspondientes al segundo trimestre de 2013. Como bien asegura el reconocido economista Ismael Bermúdez en su artículo acerca del tema en Clarín, la mayoría de los centros de estudios y consultoras privadas calculan que una cuarta parte de la población es pobre, y según esas mediciones, se lo es cuando una persona dispone de menos de 1.150 pesos por mes o 38 pesos por día para cubrir una canasta básica total, también conocida como canasta básica de pobreza.
Dicha canasta, además de alimentos básicos, comprende gastos como vestimenta, vivienda, luz, gas, medicamentos, transporte y textos escolares. Vale recordar que una canasta básica "digna" no baja según todos los expertos en 8 mil pesos al mes.
Sin embargo, para el INDEC, una persona adulta es considerada pobre en Capital Federal y Buenos Aires si tiene ingresos menores a los $543 por mes o menos de $18 por día. Y si esa persona forma parte de un grupo familiar, la línea de pobreza se baja aún más, a 14 pesos diarios, ya que se considera que el consumo compartido con otras personas genera ahorro.
Según esta lógica oficial, solo el 5% de la población en la Argentina, ya que ese es el porcentaje de personas que disponen de 15,30 pesos por día, serían pobres y la indigencia apenas sería del 1%.
De esta manera, la indigencia en la Argentina, gracias a los cálculos del INDEC, casi no existiría en el país, y los niveles de pobreza se habrían reducido a cifras históricas. Otro milagro de la década ganada.