Qué pasará si el Congreso no aprueba el presupuesto en EEUU

La negativa podría afectar el funcionamiento de un amplio número de programas y, según el presidente Barack Obama, "perturbará la economía del país"

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Los Estados Unidos se encuentran divididos por la posible parálisis de parte del Gobierno federal. Tras tres semanas de fervorosos debates, si no se llega a un acuerdo esta medianoche en la cámara alta, esta paralización afectaría a un amplio número de programas, que incluye desde parques nacionales hasta el mismo Pentágono. A su vez, cerca de 800.000 funcionarios se verían obligados a no concurrir a sus trabajos durante el tiempo que dure la escasez.

Esta medida, que no se adopta desde enero de 1996, podría costar más de mil millones de dólares y, según el propio Barack Obama, "perturbará la economía" del país.

En esa línea, BBC Mundo realiza un análisis sobre esta paralización, y qué consecuencias podría traer.


Qué es una paralización

La fecha de vencimiento para la aprobación del presupuesto vence esta medianoche. Como cada año, el Gobierno pasa al Congreso una propuesta de financiamiento para los próximos 12 meses.

En caso de no conseguir la aprobación de la ley presupuestaria, el Gobierno se verá imposibilitado de pagar sus cuentas y quedará instantáneamente paralizado.

En una iniciativa que busca evitar esto, el pasado viernes, el Senado aprobó un proyecto de ley para aplicar otro presupuesto temporal. Esto permitiría evitar esta paralización, al menos, hasta el 15 de noviembre. Sin embargo, esta medida debe conseguir la otra media sanción en la Cámara de Representantes, donde los republicanos cuentan con la mayoría.

En la votación del Senado, que está controlado por el partido demócrata del presidente Obama, se logró la aprobación por 54 votos a favor y 44 en contra. El sábado, en tanto, la Cámara de Representantes, controlada por el partido republicano, aprobó una versión enmendada del proyecto de ley. Pero los senadores demócratas advirtieron que rechazarán esa enmienda.


Reforma de salud, el eje de la cuestión

El actual estancamiento obedece específicamente a la reforma sanitaria promulgada por el presidente Barack Obama en 2010. Gran parte de esa medida debería entrar en vigor este martes 1º de octubre.

Por eso, los republicanos, que vienen intentando retrasar la implementación de esa reforma e incluso impedir su financiación, el sábado votaron en la cámara baja por atrasarla un año.

Lo que busca Obama con esta  legislación es reformar completamente la manera como se maneja el sistema de servicios de salud en los Estados Unidos. Desde su aprobación en 2010, los legisladores republicanos han votado 42 veces para rechazarla o para privarla de fondos.

En tanto, la versión enmendada del proyecto de ley, que fue aprobada el sábado por los legisladores republicanos, priva de fondos a la reforma de salud del presidente.


¿Cuáles serán las consecuencias si no se aprueba la financiación?

En caso de aplicarse una paralización, aproximadamente un 35% de los más de dos millones de empleados del gobierno federal dejarían sus puestos de trabajo a partir de este martes. Por eso, las agencias federales comenzaron a realizaron una selección de los trabajadores considerados "esenciales".

Entre los organismos oficiales que clausurarían, están los parques nacionales y el propio Pentágono, entre otros. A su vez, también se vería afectado personal de la Casa Blanca.

Sin embargo, continuarían funcionando los programas que se consideran esenciales, como el control de tráfico aéreo y las inspecciones alimentarias.


El techo de la deuda, otro factor clave

El gobierno de Barack Obama no sólo deberá enfrentar esta medianoche una resolución sumamente importante para la economía del país, sino que a mediados de octubre el Congreso votará el incremento del techo de la deuda.

Una cesación de los pagos de la deuda, tendría un "efecto profundamente desestabilizacdor" en la economía a global, agregó el mandatario.

De esta manera, en los Estados Unidos se espera con incertidumbre lo que pueda pasar esta medianoche en la Cámara alta. Sin embargo, a pesar de los constantes esfuerzos realizados por los republicanos para rechazar la reforma sanitaria de Obama, el Presidente aclaró que no cederá ante "los chantajes políticos" de la oposición.

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