Una parálisis de parte del Gobierno federal, inédita desde enero de 1996, obligaría a mandar a casa durante el tiempo que dure la escasez de fondos a hasta 800.000 funcionarios y podría costar más de mil millones de dólares, según la Casa Blanca."Los cierres del Gobierno anteriores han perturbado la economía, y éste también lo hará", alertó Obama.
Si se llega al plazo de la medianoche del lunes sin un convenio, un cierre afectaría a un amplio número de programas que incluye desde parques nacionales hasta el Pentágono.
El presidente Barack Obama y el líder de la mayoría demócrata en el Senado rechazaron un eeuu-la-camara-representantes-aplaza-la-reforma-salud-obama">plan aprobado por los republicanos en el Cámara de Representantes la madrugada del domingo que retrasaría un año la puesta en marcha de partes clave de la nueva ley de salud y derogaría un impuesto a dispositivos médicos como marcapasos, a cambio de evitar el cierre.
La Casa Blanca ha prometido vetar la legislación completa y acusó a los republicanos de tener "una agenda política muy limitada... y empujar al gobierno al cierre".
La cámara baja, de mayoría republicana, envió la legislación al Senado luego de aprobarla la madrugada del domingo por 231-192, cuando faltan menos de 48 horas para que los recursos del gobierno se agoten.
Los legisladores hablaron uno tras otro en programas de televisión el domingo, a menudo presentando nuevas versiones de las confrontaciones provocadas por la reforma al sistema de salud que ratificó la Suprema Corte, mientras el país se encamina al primer cierre del gobierno en 17 años.
"Estoy de acuerdo en que debemos sostener este debate pero no debemos vincularlo con un cierre del gobierno. Esa es la discordancia fundamental entre ambas partes aquí", dijo Tim Kaine, senador demócrata por Virginia.
"No vamos a aprobarlo porque no es correcto cerrar el gobierno y usar esto como una palanca para el cambio", agregó.
Si el gobierno se queda sin fondos algunos servicios básicos como el patrullaje en la frontera, la inspección de alimentos y el control del tráfico aéreo se mantendrían. Los pagos de seguridad social y el seguro médico para ancianos y pobres seguirían cubriéndose para que los doctores continúen con la atención.
El Senado planea reunirse hasta el lunes en la tarde, 10 horas antes de que ocurra el cierre; algunos líderes republicanos han dicho en privado que temen que el líder de la mayoría demócrata Harry Reid tenga ventaja conforme se acerca al vencimiento del plazo fatal.
Eso podría desatar una revuelta entre los republicanos de la Cámara de Representantes, entre los que hay numerosos aliados del Tea Party, en que la opción fuera provocar el cierre o salir de esta confrontación con Obama con las manos vacías.
"No vamos a cerrar el gobierno", dijo Kevin McCarthy, tercer líder en rango de los republicanos en la cámara. "Si tenemos que negociar un poco más lo haremos", dijo sin mayor explicación.