No es una opinión. La misma lista de Forbes la señaló como una de las 100 mujeres más poderosas del mundo en el 2012. Anna Wintour, la directora de la edición estadounidense de la revista Vogue y directora artística de Condé Nast tiene el mundo de la moda abierto de par en par y a su entera disposición.
Con sólo un llamado lograría tener los diseños más glamorosos en su placard. Y si bien aprovecha su lugar en el mundo de la moda para llevar vestidos de los modistos más destacados no hace lo mismo para renovar su calzado. Un llamativo misterio. Siempre se muestra con el mismo modelo de sandalias del gran Manolo Blahnik.
Se trata de unas sandalias doble tira en color beige y con taco medio que las combina con todos sus outfits. Pero en realidad, no siempre lleva el mismo modelo. Están las Callasli, inspiradas originalmente en María Callas, y las Botti, diseños que fueron rebautizados con las siglas AW en su honor. La única diferencia radica en la forma en que van las tiras del calzado, unas se cruzan y las otras se entrelazan.
"Planeamos los materiales y variamos la altura del tacón o ajustamos el grosor de las tiras", reveló Blahnik en distintas entrevistas. Pero naturalmente, Wintour hace sus retoques personales ya que los modelos que salieron a la venta no son iguales. Claro, ella tiene el acceso directo al diseñador de zapatos para modificarlos acorde a su gusto y comodidad.
"Su gama cromática preferida es la de los neutros y a lo largo de este tiempo he creado y fabricado especialmente para ella dos tonos que se adaptan perfectamente a su color de piel", indicó el modisto. También las tiene en negro y en tonos metalizados pero siempre sin salirse del mismo modelo.
Queda a la vista que la prioridad para Wintour es la comodidad en sus pies y siquiera le importa usar siempre el mismo calzado ya que arranca desde temprano en la editorial para luego continuar su día en cocktails y desfiles. Sin embargo, siempre sorprende con sus estilismos.