El grupo extremista islámico que dejó más de 65 muertos en un centro comercial de Nairobi atacó dos pueblos de Kenia cerca de la frontera somalí, donde mató a tres personas. El líder del grupo somalí, cercano a Al Qaeda, amenazó con continuar los ataques hasta que los soldados de Kenia salgan de Somalía.
El líder de Al Shabab dijo en un mensaje que no hay modo de que Kenia pueda "soportar una guerra de desgaste dentro de su propio país".
"Elijan hoy y retiren todas sus fuerzas", dijo Mujtar Abu Zubeyr, también conocido como Godane, en una nueva declaración cargada en internet. "De otro modo prepárense para una abundancia de sangre que será derramada en su país, la ruina económica y el desplazamiento".
El jueves temprano, Al Shabab atacó el pueblo fronterizo de Mandera, donde mató a dos policías, hirió a tres y destruyó 11 vehículos, dijo el jefe regional de policía Charlton Mureithi.
El miércoles por la noche, atentaron contra el pueblo fronterizo de Wajir, al sudoeste de Mandera. El ataque con fusiles y granadas dejó un muerto y cuatro heridos.
Extremistas de Al Shabab, también, atacaron el sábado un lujoso centro comercial y se encerraron en su interior con rehenes en un incidente que dejó por lo menos 65 muertos. Expertos forenses de varios países, entre ellos Estados Unidos, Gran Bretaña y Alemania, continuaban su tarea el jueves reconstruyendo la escena del crimen, tomando huellas dactilares, muestras de ADN y efectuando análisis balísticos.
Al Shabab dijo que el ataque contra el centro comercial en Nairobi no fue dirigido solamente contra Kenia, sino que fue además "una represalia contra los estados occidentales que respaldaron la invasión keniana y están derramando la sangre de musulmanes inocentes para despejar el camino para sus compañías de minerales", de acuerdo con la declaración de Godane.
Kenia ha padecido muchos ataques de Al Shabab a lo largo de su frontera de 682 kilómetros con Somalia, pero los dos más recientes tienen un nuevo significado después del ataque al centro comercial en plena capital del país donde además de los muertos 175 personas fueron heridas, incluyendo más de 60 que seguían hospitalizadas.
Las autoridades dijeron que al menos cinco de los milicianos de Al Shabab murieron y otros 11 sospechosos fueron arrestados.