El relato descontrolado de dos periodistas partidarios de Gimnasia

En pleno desarrollo del clásico platense entre el "Lobo" y Estudiantes, una transmisión partidaria enloqueció, de la mano de Alberto Raimundi y su comentarista. El principal apuntado fue Saúl Laverni

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 Télam 162
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Alberto Raimundi

fue el relator que

se lanzó a la fama

una vez finalizado el clásico platense entre Gimnasia y Estudiantes, que se disputó el pasado domingo en el

Estadio Único

.


Al mejor estilo "Tano" Pasman (el irascible hincha de River que enloqueció en la Promoción ante Belgrano, cuando el club "millonario" descendió a la B Nacional), al periodista lo traicionó la pasión por los colores y perdió el control en el segundo tiempo del "derby" de la ciudad.


Cuando Saúl Laverni decidió expulsar -injustamente- a Facundo Oreja, la paciencia se acabó por completo: insultos y demás descalificaciones verbales que se multiplicaron aún más cuando Matías Aguirregaray mandó el balón al fondo de la red y niveló las acciones del encuentro.


"Ladrón", término que hasta utilizó Pedro Troglio en un principio para descargar su furia contra el referí, fue la reflexión más "suave" que partió desde la boca del hombre que trabaja en Radio Revolución 98.9, bajo la transmisión "MIG Fútbol".


Como si no fuera suficiente el estado de furia hacia la autoridad del partido, también la "ligó" el acérrimo rival: los llamó "Caperucita Roja" y también se dio el lujo de opinar que "siempre festejaron la mentira".


La polémica actitud de Raimundi, repudiable y que poco condice con las tareas de un trabajador de la profesión de comunicador social, se instaló con el paso de las horas como un éxito por la difusión que alcanzó en las redes sociales con una narración que perdurará siempre en la memoria de los simpatizantes "triperos" por englobar sentimientos patoteriles y violentos.


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