La Liga argentina es una de las más estimadas en el mundo. Sus jugadores son codiciados por los mejores equipos. La esencia, el gen del potrero, es anhelada por los futbolistas de todos los continentes. De Alfredo Di Stéfano a Lionel Messi, miles de compatriotas brillaron. Pero hubo un hombre que cambió la lógica. Transformó a la argentina en el 'granero del mundo' de la redonda. El hombre que convirtió en industria a los potreros: José Nestor Pekerman. El Henry Ford de los juveniles.
Un 21 de septiembre de 1994, un hombre desconocido, con experiencia en las inferiores de Colo Colo y en el "semillero del mundo", Argentinos Juniors, era nombrado como nuevo entrenador de la Selección juvenil en reemplazo de "Mostaza" Merlo, hombre del riñón de Alfio Basile, quien había sido DT de la mayor. Una carpetita bajo el brazo con un proyecto innovador y las ganas de revolucionar las categorías menores por parte de la AFA, fueron las llaves que abrieron el ciclo más exitoso en el deporte del país.
Su prueba de fuego la tuvo al año siguiente, en el Mundial de Qatar. Los chicos de Pekerman, debutaron ante Holanda con un triunfo, la derrota ante Portugal y la victoria frente a Honduras lo dejaron en la segunda colocación del Grupo C. Triunfo ante Camerún en Cuartos y goleada ante España en Semifinal, lo dejaron, de manera inesperada, en la puerta de su primer gran logro: superó 2-0 en la final a Brasil y consiguió el segundo título Sub-20 del país ante un histórico rival. El entrenador empezaba a cosechar logros y mostraba nombres interesantes en su equipo, con Juan Pablo Sorín, "Panchito" Guerrero y Leonardo Biagini como principales figuras.
En Malasia 1997 volvió a repetir y confirmó que no era casualidad su título anterior. Lo hizo con un equipo plagado de jugadores que luego serían grandes figuras. Walter Samuel, Diego Markic, Esteban Cambiasso, Juan Román Riquelme, Pablo Aimar y Diego Placente, eran parte de ese grupo de jóvenes que daban vuelta la final ante Uruguay y la ganaban 2-1.
Luego llegó la confirmación en casa. En el 2001, con un país golpeado por una crisis que estaba a punto de estallar. Esa, tuvo la famosa 'Triple G' en la mayoría de los partidos para enamorar a un pueblo argentino que tenía las expectativas bien altas: ganar, gustar y golear. Javier Saviola (goleador de la Copa con 11 tantos), Andrés D'Alessandro, Leandro Romagnoli, Maximiliano Rodríguez, Leonardo Ponzio y Nicolas Burdisso, entre otros, fueron los artífices del último campeonato del DT al frente de los juveniles.
Años más tarde le tocaría su turno en la Selección mayor y, aunque no pudo conseguir todos las coronas que conquistó con los 'pibes', su equipo desplegó momentos de buen fútbol. Lo cierto es que a José Pekerman se lo recordará siempre como uno de los revolucionarios de nuestra pelota. De la nada, llegó a todo. El hombre que, luego de su retiro como futbolista, manejó un taxi para poder mantener a su familia. Hoy, es un apellido consagrado y respetado, pero su historia tuvo un comienzo de película.