"El Mocho", caudillo de la cárcel más peligrosa de Venezuela

A pesar de predicar la "humanización" dentro del penal de Maracaibo, ya controla 3 de las 6 áreas de la prisión ejerciendo el terror entre sus compañeros

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El preso Edwin Ramón Soto Nava ya comanda -según confirmó BBC Mundo con fuentes conocedoras de la prisión que por temor a sufrir represalias pidieron no ser identificados- tres áreas de las siete en que se divide la Cárcel Nacional de Maracaibo. Esta penitenciaría registra, al menos, 70 muertos este año, más que ninguna otra, lo que la convierte en una de las más violentas del país.


De acuerdo con la BBC Mundo, un enfrentamiento en la última semana se cobró la vida de 16 reclusos, por episodios de extrema violencia que fueron atribuidos a Edwin "El Mocho" Soto. Según información difundida, el caudillo habría aprovechado el motín para tomar el control de una segunda área dentro de la prisión.


Soto Nava es un conocido delincuente que comenzó su carrera asaltando furgones blindados de transporte de dinero y luego asesinó a tres de sus compañeros.


En agosto, aprovechó una rebelión para avanzar en su condición de "pran", una especie de caudillo que gobierna con mano de hierro la prisión y al que los presos tienen que pagar una contribución semanal para asegurar su vida.


El preso incluso ha dado entrevistas a periodistas locales. La última, una "nota de voz" publicada en su programa de radio por Pedro Soscún Machado, en la que insiste en que ama el deporte y trabajar y rechaza la violencia, aunque parece reconocer ser el autor de los hechos.


"Lo hicimos por un bien, no lo hicimos por un mal", se justifica en la grabación. "Se ponían a extorsionar a los mismos presos y eso no está permitido en esta banda, eso no lo permitimos. Nos buscaron y nos consiguieron", dice.


La BBC Mundo también informó que desde la cárcel funciona un mecanismo a través del cual grupos de presos se dedican a manejar redes de sicarios y también a la extorsión, que funciona básicamente a partir de anuncios clasificados de casa o automóviles. Los presos se ponen en contacto con el número telefónico del vendedor y comienzan el proceso, que pasa por balaceras en la fachada de la casa y termina con la entrega de dinero o el objeto en venta a cambio de integridad física.


"El Mocho" dirige desde la cárcel una banda de sicarios, según le contó a BBC un periodista local dedicado a cubrir sucesos y que prefirió mantener su nombre en reserva porque ya ha sido amenazado.


Sin embargo, se declara insistentemente en contra de la extorsión y, de hecho, la incidencia de ese delito parece haber bajado desde que se hizo con el control del área del penal que más intensamente se dedicaba a esa actividad.


El gobierno del presidente Nicolás Maduro asegura estar impulsando un proceso de humanización de la vida en prisión y culpa de la situación del sistema penitenciario a las gestiones anteriores a la de Hugo Chávez (1999-2013).


En sus declaraciones a la prensa, el propio Soto ha insistido en que está a favor de esa "humanización" de la vida en las insalubres, superpobladas y peligrosas cárceles venezolanas.


En las áreas que controla, asegura, los reclusos asisten a actividades académicas y participan en eventos deportivos para fomentar la reinserción y poder acogerse a los programas del Gobierno que buscan acelerar los juicios y la liberación de los que ya han cumplido condena.

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