El Papa invitó hoy a los fieles reunidos en plaza San Pedro para asistir a la audiencia general de todos los miércoles a "unirse a los demás cristianos en oración por la paz".
Evocando la proximidad de la fecha elegida por Naciones Unidas para celebrar el Día Mundial de la Paz (en 1981 la Asamblea General del organismo lo fijó el 21 de septiembre) el Papa instó a "seguir implorando a Dios el don de la paz, sobre todo en los lugares más atormentados de nuestro planeta".
"Que la paz, don de Jesús, pueda habitar siempre en nuestro corazón, sostener los propósitos y las acciones de los responsables de gobierno y de todos los hombres de buena voluntad", dijo el Papa.
"Comprometámonos todos a alentar los esfuerzos para una solución diplomática y política de los focos de guerra que aún preocupan", agregó, antes de referirse específicamente al conflicto que afecta a Siria. Estas fueron sus palabras: "Mi pensamiento va especialmente a la querida población siria, cuya tragedia humana sólo puede ser resuelta con el diálogo y la negociación, en el respeto de la justicia y de la dignidad de cada persona, especialmente de los más débiles e indefensos".
El pasado 7 de septiembre, Francisco presidió una vigilia de ayuno y oración de 4 horas "por la paz en Siria, en Medio Oriente y en todo el mundo", en el Vaticano, a la que asistieron decenas de miles de fieles y que fue seguida por millones en todo el mundo y replicada en todas las diócesis con actos.
Francisco envió también una carta al presidente de Rusia, Vladimir Putin, en vísperas de la reunión del G20, instando a los líderes mundiales a dejar de lado "los intereses particulares" que impiden "evitar masacres sin sentido". Finalmente, el líder ruso propuso a Siria y al mundo un plan de desarme para que ese régimen se desprenda de su arsenal químico, logrando suspender por ahora los planes bélicos de Washington y sus aliados.