Si bien el anuncio de la compra de Nokia por parte de Microsoft pudo haber resultado sorpresivo, la empresa de Espoo, Finlandia, era la principal socia de hardware del fabricante de Windows en lo que respecta a la utilización de Windows Phone en sus smartphones.
Sin embargo, antes de que esa operación se cerrara, el socio de hardware de Microsoft consideró sus opciones y evaluó comenzar a utilizar Android, el sistema operativo de Google, hacia finales de 2014.
Antes de que Nokia y Microsoft comenzaran los diálogos por la operación de u$s7.200 millones, un equipo del fabricante de teléfonos ya tenía Android instalado en un conjunto de smartphones de su línea Lumia a modo de prueba, según informó el diario The New York Times.
El acuerdo firmado entre Nokia y Microsoft para que el fabricante de teléfonos usara Windows Phone en sus smartphones permitía que la firma finlandesa tuviera la opción de poner fin al convenio en 2014 y, de acuerdo con el matutino, la firma estudiaba un plan B.
Sin embargo, el fin de la alianza entre las dos empresas hubiera sido devastador para Microsoft, ya que hubiera implicado un destino incierto para Windows Phone. Nokia es el fabricante que representa el 80% de las ventas de smartphones con Windows Phone.
Empresas como HTC y Samsung han tenido sus equipos con la plataforma, pero el fuerte de la compañía de Redmond siempre fue la empresa hasta hace poco comandada por Stephen Elop. El pasaje de Nokia a Android le hubiera restado gran parte de su cuota de mercado frente al crecimiento de Android y iOS. Los Lumias con Android en ese sentido se habrían convertido en una señal de alarma para impulsar la compra de Nokia.
Sin embargo, Microsoft también preparaba su plan B en caso de que Nokia no tuviera éxito con Windows Phone. Según señala el sitio The Verge, la empresa construyó y probó una serie de prototipos de teléfonos con Windows Phone, los Surface Phone, en línea con su tableta. El proyecto secreto estaba a cargo de Terry Myerson, ahora al frente de Windows, Windows Phone y Xbox, aunque, según parece, el desarrollo no llegó a convertirse en un producto finalizado.