Carlos "El Indio" Solari brindó en la fría noche mendocina el recital
más ricotero de su etapa solista ante una multitud que completó un autódromo
devenido en gigantesco escenario de rock.
Antes del show se habían vendido 95 mil tickets y durante la tarde de este sábado los
empleados de la boletería oficial no tuvieron respiro. Además, esta vez los
controles centraron su esfuerzo en evitar el ingreso de armas y pirotecnia y no
tanto en cortar las entradas, lo que hace más difícil calcular la cantidad de
espectadores.
Lo concreto es que desde temprano la pequeña localidad de San Martín se
transformó en un desfile incesante de micros, camionetas y autos. El ingreso de
vehículos culminó incluso cuando ya sonaban los primeros acordes de Los
Fundamentalistas del Aire Acondicionado, ya que quienes llegaron por la ruta
7 tuvieron que superar con paciencia varias horas de demoras en el puesto de
control sanitario.
El propio Solari agradeció a "los de abajo" al hablar de un récord
sin precedentes en la Argentina de entradas pagas para un show, durante el cual
no dejó ver su pelada ya que utilizó un gorro similar al del personaje mexicano
El Chavo del 8. Dijo estar emocionado, rezongó un par de veces con el "frizo" que había y sólo se sacó los anteojos en el último tema de la
noche. Su voz lo dejó a mitad de camino en algún estribillo, pero para sus
seguidores el detalle no empaña la fiesta.
Por las demoras, esta vez el asadito de la previa se transformó en
merienda pero bajo la misma modalidad de los últimos años. Los seguidores
del Indio se convirtieron en una comunidad de feligreses que viajan desde donde
sea para compartir un momento de alegría con otras personas que sienten
lo mismo que ellos. "Los Redondos somos nosotros, mirá lo que es esto. Yo
creo que debe ser única esta movida en el mundo", decía Juan, un músico de
la Ciudad de Buenos Aires que en la previa al show describió el sentimiento de
pertenencia que tienen los seguidores del Indio.
El lugar elegido fue ideal para las costumbres ricoteras: una zona de campings
a metros de un descampado que se utilizó de estacionamiento. Todo a menos de un
kilómetro del ingreso al show. La caminata no fue interminable como en Junín.
A las 21:45 se apagaron las luces del autódromo y los parlantes se activaron
con la clásica voz en off del Indio presentando a su banda. "Luzbelito" gritó rápido de reflejos un fanático que advirtió el "efecto cortocircuito" que se disparó desde el escenario. Y segundos
después comenzaron a escucharse los acordes de "Luzbelito y las
Sirenas", un tema redondo que Solari no había tocado nunca en esta nueva
etapa.
La de antenoche fue la segunda vez que el cantante eligió un tema ricotero para
abrir un show con su banda actual. Ya había sorprendido con "Fuegos de Octubre" en Salta.
La elección del tema marcó el ritmo que tendría la noche con un repertorio de
éxitos redondos. El público explotó con "Todo Preso es Político", bailó con "La
Hija del Fletero" y cantó a coro "verte feliz no es nada, es sólo un rock
and roll del país". Otros temas redondos que se escucharon bajo una lluvia
que fue intensa por momentos fueron: "El Templo de Momo", "Las Andanzas del
Capitán Buscapina", "Gualicho", "El Pibe de los Astilleros", "La Murga de la
Virgencita", "Un Ángel para tu Soledad", "Yo Caníbal", "Rock para el Negro Atila", "El
Arte del buen Comer (Pituca)", "Divina Tv Fuhrer" y las festejadas "Juguetes
Perdidos" y "Ji-Ji-Ji".
No hubo temas inéditos (en Tandil había cantado "El Regreso de Mao") y de las
canciones "nuevas", las de sus últimos tres discos como solista, se
escucharon "El Tesoro de los Inocentes", "Pabellón Séptimo", "To beef or not to
beef", "Todos a los Botes", "Ceremonia en la Tormenta" y "Flight 956", entre otras. A
diferencia de otros shows, Hernán Aramberri estuvo acompañado por otro
baterista.
"Esta vez yo creo que sí vamos a hacer el pogo más grande del
universo", introdujo el cantante. Y se escuchó el riff de "Ji-Ji-Ji". "No
lo soñé", ronditas, pogo y aplausos con las luces encendidas antes de que todos
salieran presurosos a buscar sus micros para escaparle a la lluvia y acelerar
el regreso a casa en una ruta mojada y fría.
La organización no proyectó por las pantallas la fecha de la próxima misa, por
lo que se espera que el Indio centrará sus esfuerzos en la grabación de su
cuarto disco solista, el sucesor de El Perfume de la Tempestad. Sus fanáticos,
los redonditos, ya se ilusionan con que el adiós no se alargue y el próximo
encuentro no se haga esperar.