El cura Brochero fue consagrado beato en Córdoba, ante el fervor de miles fieles

Gran cantidad de devotos llegaron de todo el país y la región al pueblo de Traslasierra, Córdoba para presenciar la misa que presidió un enviado del Vaticano, quien leyó un mensaje del Papa Francisco. Quién fue

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Un gran movimiento de fieles se desplegó desde las primeras horas de hoy en la localidad cordobesa de Villa Cura Brochero y sus alrededores, para participar de la ceremonia oficial de beatificación del `cura gaucho´ José Gabriel el Rosario Brochero, que comenzó cerca de las 9.40.

La ceremonia fue presidida por el enviado del Vaticano, cardenal Angelo Amato, prefecto para la Congregación de las Causas de los Santos, quien inició el acto con la lectura de un mensaje del Papa Francisco.

Para la celebración, se montó un escenario de 40 por 20 metros, en un predio de 11 hectáreas con capacidad para unas 200 mil personas, y siete pantallas gigantes para que el público pueda seguir la misa. El lugar elegido, donde se levanta el monumento al Sagrado Corazón de Jesús (llamado por algunos el "Cristo blanco"), está a 700 metros de la plaza de Villa Cura Brochero.

Desde las primeras horas del día, hubo momentos de oración, música, videos y referencias a la vida y obra del Cura Gaucho. Antes de las 10 de la mañana comenzó la misa de beatificación, a la que también asistieron un centenar de obispos y 1.200 sacerdotes. Estuvieron presentes además familiares del Cura Brochero; y el pequeño Nicolás, el niño que recibió la gracia del milagro por el que Brochero fue beatificado.

También participaron del acto el gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, y el presidente de la Cámara de Diputados de la nación, Julián Domínguez. "Hoy recibimos el llamado a ser peregrinos comprometidos con nuestro pueblo en este tiempo de fe en la Argentina", destacó Dominguez.

Desde Roma, Francisco envió también a su maestro de ceremonias, el sacerdote argentino Guillermo Karcher, cuya imagen, sosteniendo el micrófono en el balcón vaticano el día de la elección Jorge Bergoglio como Papa, dio la vuelta el mundo.

En entrevista con Infobae, Karcher transmitió el mensaje que le dio Bergoglio al despedirlo en Roma: "Dáles un cariño muy grande a todos los serranos, a los cordobeses, a los argentinos, y que sea éste un momento privilegiado, de mucha Gracia para todos, para la Patria, que sientan que yo estoy presente con todo mi sentimiento y mi corazón y los acompaño" (ver la entrevista completa).


Quién fue

José Gabriel del Rosario Brochero nació en 1840 en las Sierras Chicas de Córdoba. Se ordenó sacerdote en 1862 (Seminario Mayor de Córdoba). En 1869 asumió el Curato de San Alberto. Debía pastorear a unos 10.000 habitantes dispersos en las Sierras, sin caminos ni escuelas, y en un estado de gran indigencia material y moral.

Su misión la desarrolló a lomo de mula. Fue incansable en el rescate de las almas de una población serrana muy pobre, aislada y olvidada, y librada al estrago del alcoholismo y la violencia. Llevaba a los fieles hasta Córdoba para practicar los Ejercicios Espirituales ignacianos, viajando 200 km a 2.000 metros de altura por caminos muy difíciles.

El cura Brochero, como se lo conoce popularmente, dejó una huella imborrable en el bello paisaje de Traslasierra: con la ayuda de sus "ovejas", construyó caminos, escuelas, capillas, oficinas de correos y una Casa de Ejercicios espirituales en la Villa del Tránsito, hoy llamada Villa Cura Brochero en su honor.

Murió en 1914, leproso y ciego. Su tarea dejó una impronta definitiva en esa región, al punto que la veneración a su figura empezó muy poco después de su muerte. Como dijo a Infobae el sacerdote jesuita Julio Merediz, vicepostulador de la causa de beatificación del cura gaucho, "a Brochero el pueblo siempre lo consideró santo".

En efecto, la religiosidad popular, esa que Jorge Bergoglio tanto aprecia, como lo dejó asentado en el documento de Aparecida (2007), no esperó el papelerío para venerar al cura Brochero. Pero, a partir del sábado, su culto será oficial y tendrá un día para su fiesta en el santoral de la Iglesia Católica. El anuncio de la fecha lo hará el cardenal Amato durante la ceremonia.

El milagro

Vicente Montenegro, el neurocirujano que atendió a Nicolás, el niño cuya milagrosa salvación se atribuye a Brochero y por la cual será beatificado, dijo: "Debo aclarar que no soy la persona indicada para hablar de milagro, pero sí estoy convencido de que el paciente tuvo una mejoría asombrosa, que superó las expectativas que tenía".

Nicolás, que hoy tiene casi 14 años (los cumplirá en octubre), sufrió un grave accidente automovilístico cuando tenía 11 meses. Su abuelo murió y su madre y su abuela sufrieron heridas. Su padre, el único que salió ileso, le hizo respiración boca a boca y le pidió a Brochero que le salvara la vida.

Sobrevivió, pero los estudios clínicos decían que Nicolás no podría volver a ver, escuchar, hablar ni caminar. "El diagnóstico de vida vegetativa nos entró por un oído y nos salió por el otro. Nosotros sabíamos que Nicolás se iba a recuperar", dijo Sandra, la madre de Nicolás.

Y Osvaldo, su padre, recordó: "En ese momento de desesperación, cuando veía que la vida de Nicolás se apagaba, yo estaba convencido de que el cura Brochero lo iba a salvar".

El santoral argentino

El cura brochero será el séptimo beato argentino. Los otros seis son María Cabanillas, María Ludovica de Angelis, Nazaria Ignacia March Mesa (nacida en España, pero que desarrolló su obra en nuestro país), Artémides Zatti, Laura Vicuña y Ceferino Namuncurá.

El único santo argentino es Héctor Valdivieso Sáez (también llamado San Benito de Jesús), un religioso del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, ejecutado durante la Revolución de Asturias, una revuelta minera previa a la Guerra Civil Española. Valdivielso Sáez había nacido en Buenos Aires en 1910 y fue fusilado junto a presos políticos. Fue canonizado el 21 de noviembre de 1999 por Juan Pablo II.

 
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