Las tropas del régimen sirio cometen graves crímenes contra los civiles, afirmó este miércoles, en Ginebra, la comisión de investigación para Siria creada por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que instó al Consejo de Seguridad del organismo a buscar una solución política para esta guerra civil.
Según el informe, las tropas del Gobierno dispararon indiscriminadamente contra zonas residenciales. Además, son culpables de torturas, asesinatos, fusilamientos, violaciones y saqueos. Con toda la fuerza del Estado, la dictadura siria ha utilizado todas las armas a su alcance para aplastar a la oposición.
El informe no incluye las consecuencias del ataque químico que el 21 de agosto mató a más de 1.300 personas, entre ellas cientos de mujeres y niños inocentes, puesto que su investigación se refiere al período que va desde mediados de mayo a mediados de julio.
La mayor parte de los ataques se produjo con armas convencionales, pero tras el uso de armas químicas, es cada vez más urgente poner fin a la guerra, afirmaron los expertos independientes durante la presentación de su último informe.
"Con el fantasma de una intervención militar internacional, Siria -y la región- corren el riesgo de sufrir un incendio que aumente el sufrimiento de los civiles", agrega el informe.
Tanto las tropas del presidente Bashar Al Assad como -en menor medida- los rebeldes perpetran crímenes de guerra, aseguró la comisión que encabeza el brasileño Paulo Pinheiro. Además, la aparición de nuevos grupos combatientes hace que la situación sea cada vez más imprevisible.
"Todos los que suministran armas sólo generan la ilusión de una victoria", dijo la comisión. "Cuanto mayor es la intensidad de la guerra, menores escrúpulos tienen los combatientes de ambos bandos a la hora de cometer crímenes contra la humanidad", afirmó el grupo.
Los expertos instaron además a que se persiga a quienes cometieron crímenes de guerra en el país árabe y aseguraron que cuentan con testimonios, indicios y pruebas.
En su informe "Ataques contra Ghouta: Análisis del supuesto uso de armas químicas en Siria", HRW establece que existen pruebas que demuestran "con fuerza que las tropas del gobierno sirio lanzaron cohetes con cabezas químicas contra los suburbios de Damasco en esa horrible mañana".
La organización ha establecido, además, que pudo utilizarse un agente nervioso, posiblemente gas
sarín.
"Los restos de los cohetes y los síntomas de las
víctimas de los ataques del pasado 21 de agosto en Ghouta proporcionan
pruebas que delatan el tipo de armas empleado", ha dicho en el documento
el director de Emergencias de HRW, Peter Bouckaert.
Para llevar a
cabo su investigación sobre lo ocurrido en los distritos de Ghouta
Oriental y Occidental, controlados por la oposición, HRW estudió los testimonios de testigos y la información disponible sobre el posible origen de los ataques.