Tras el pedido que realizó Rusia a Siria de poner sus armas químicas a disposición de la comunidad internacional, el presidente Barack Obama aceptó debatir en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas la inicitiva pronunciada por el canciller ruso Serguei Lavrov.
En esa línea, el presidente norteamericano habló este martes con su par francés, François Hollande, y el primer ministro británico, David Cameron. Los líderes acordaron cooperar con Rusia y China "para explorar seriamente la viabilidad de la propuesta rusa de poner totalmente bajo control internacional las armas químicas sirias y material relacionado para garantizar su destrucción ejecutable y verificable", señaló un alto funcionario de la Casa Blanca.
Las conversaciones comenzarán más tarde en la ONU e incluirán el debate de una potencial resolución en el Consejo de Seguridad.
Sin embargo, Rusia se pronunció al respecto y considera "inaceptable" el proyecto francés de una resolución en la ONU sobre el control del arsenal químico. Así lo expresó el ministro ruso de Relaciones Exteriores Serguei Lavrov, durante una comunicación telefónica con su homólogo francés Laurent Fabius.
"Lavrov subrayó que la propuesta de Francia de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU (...) otorgando a las autoridades sirias la responsabilidad de un posible uso de armas químicas es inaceptable", indicó el ministerio ruso en un comunicado.
John Kerry, por su parte, anunció que los Estados Unidos esperan ver una propuesta del Kremlin, pero que no lo hará "por mucho tiempo". En tanto, el secretario de Estado informó que Siria cuenta con unas 1.000 toneladas de numerosos agentes químicos, incluyendo sarín y gas mostaza, almacenados en zonas controladas por el régimen de Bashar Al Assad.
"Tienen unas 1.000 toneladas de numerosos agentes, incluyendo azufre, mostaza, componentes para sarín y vx", sostuvo Kerryel durante una audiencia en el Congreso.
En ese sentido, el funcionario dijo que colocar el arsenal sirio en manos internacionales sería la "vía ideal" para sacar las armas, pero aclaró que sería "extremadamente difícil".
A pesar de esta iniciativa por parte del gobierno ruso para evitar una intervención militar en Siria, el bloque opositor al régimen de Bashar al Assad calificó la propuesta rusa como una "maniobra política" y volvió a exigir una "respuesta" a Damasco por parte de la comunidad internacional.
La Coalición Nacional Siria (CNFROS), a través de un comunicado, expresó que la propuesta pronunciada por el canciller Serguei Lavrov, exime al régimen sirio de cualquier responsabilidad en la matanza de inocentes.
"El último llamamiento de(l jefe de la diplomacia rusa Serguei) Lavrov es una maniobra política que se inscribe dentro de las dilaciones inútiles y que sólo aportarán más muertos y destrucción para el pueblo sirio", reza el comunicado.
El secretario de Defensa estadounidense, Chuck Hagel, por otra parte, sostuvo que la amenaza sobre una posible acción militar de Estados Unidos a Siria debe seguir sobre la mesa para que los esfuerzos diplomáticos para asegurar el control del arsenal químico sirio tengan éxito.
"Todos tenemos esperanza de que esta opción sea una solución real a esta crisis", aseguró Hagel a los legisladores estadounidenses, al tiempo que insistió que la amenaza "real y creíble" de una acción militar de Estados Unidos debe mantenerse.