Las personas lastimadas fueron trasladadas a un hospital y una decena de manifestantes fueron detenidos, según la policía civil.
Algunos de estos enmascarados entraron en la avenida donde se celebra el desfile militar en el centro de Rio, gritando consignas y enfrentándose con policías. Las fuerzas del orden dispararon gases lacrimógenos frente a los espectadores del desfile, muchos de ellos familias con niños, que corrían para protegerse de los gases.
La policía corría tras varios manifestantes, que se escapaban por calles laterales, disparando balas de goma, según el sitio de noticias G1.
Una agencia bancaria cercana al lugar del desfile fue destrozada por manifestantes, añadió.
Ni el alcalde de Rio de Janeiro, Eduardo Paes, ni el gobernador del estado, Sergio Cabral, asisten al desfile, cuya duración y número de efectivos fue recortado debido a las protestas previstas.
Varios grupos han llamado en las redes sociales a manifestaciones callejeras en unas 150 ciudades del país, con la esperanza de volver a encontrar la fuerza de las revueltas sociales de junio, cuando más de un millón de personas manifestaron en plena Copa Confederaciones contra el millonario gasto público para el Mundial de fútbol de 2014, contra la corrupción y por mejores servicios públicos.
Rousseff, blindada en Brasilia
En Brasilia, donde la presidenta Dilma Rousseff participa del tradicional desfile militar a bordo de un automóvil oficial, la seguridad fue reforzada.
Varios cientos de manifestantes comenzaban a marchar hacia el Congreso, paseando una cárcel móvil para llevar simbólicamente a políticos corruptos a la cárcel.
"Queremos mejoras en la educación, reforma política y democratización de los medios, las protestas de junio sirvieron para presionar al Congreso a aprobar medidas, tenemos que mantenerlas vivas", dijo Philip Leite, del movimiento estudiantil Kizamba.
Está previsto que las manifestaciones duren todo el día. En Brasilia, coincidirán con un partido amistoso de la selección brasileña contra Australia en el estadio mundialista Mané Garrincha.
Unos 4.000 oficiales protegen la capital federal, donde la policía advirtió que los manifestantes enmascarados serán detenidos e identificados, una medida que ya comenzó a entrar en vigor en Rio para impedir actos de vandalismo contra agencias bancarias, comercios y el mobiliario urbano.
Rousseff dijo el viernes por la noche en un mensaje a la nación que "la población tiene todo el derecho de indignarse con lo que está errado y exigir cambios", pero pidió no dejar que "una capa de pesimismo lo cubra todo y empañe lo más importante: Brasil avanzó como nunca en los últimos años".
En Sao Paulo, una manifestación convocada bajo la consigna "Grito de los Excluidos" bloqueaba el tráfico vehicular en parte de la avenida Paulista, según la Compañía local de Ingeniería de Tráfico (CET).
En Recife, la capital del estado de Pernambuco (noreste) los manifestantes comenzaban a concentrarse en ropa de baño, con la idea de hacer una protesta en bicicleta, según G1. En un principio, el objetivo era protestar desnudos, pero la policía advirtió que habría detenciones si eso ocurría.
Manifestaciones se celebran también este sábado en Porto Alegre, Belo Horizonte, Cuiabá, Belem, Fortaleza y Maceió, entre otras ciudades.