Los gendarmes enviados al Conurbano denuncian que viven en malas condiciones

Raúl Maza, ex efectivo desplazado por el Gobierno, publicó un comunicado en su cuenta de Facebook. Una imagen muestra a los efectivos durmiendo hacinados en el suelo

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El ex gendarme Raúl Maza, relegado por decisión del gobierno nacional luego de que encabezara una protesta por salarios, denunció ahora que los efectivos asignados a reforzar la seguridad en el conurbano bonaerense viven y trabajan en pésimas condiciones. 


A través de las redes sociales, Maza convocó en las últimas horas a todo el personal alcanzado por la medida a informar cualquier inconveniente relacionado con las tareas a las que fueron asignados.


La denuncia de Maza apunta directamente a la presidente Cristina Kirchner, al gobernador de la Provincia, Daniel Scioli, y al ministro de Seguridad y Justicia, Ricardo Casal, a quienes acusa de haber dispuesto un plan de seguridad improvisado y apresurado, con el único objetivo de recuperar votos de cara a las elecciones de octubre, dada la derrota en las elecciones primarias, abiertas y obligatorias (PASO). 

"Sabemos –dice en el comunicado– que nuestros camaradas carecen de chalecos antibalas acordes para cumplir con su peligrosa misión. Que los viáticos prometidos no llegan en tiempo y forma. Que es muy difícil alquilar lugares por 45 días; a nuestros camaradas les piden contratos de por lo menos 3 meses y con pago adelantado". 

Además, alerta de que "muchos gendarmes al no conseguir lugar de alojamiento (tarea que debería estar en manos de la conducción de la fuerza) tienen muchas veces que higienizarse, alimentarse y descansar en los vehículos de la institución". Y añade que "el régimen de servicio de 8 por 16 no les permite un adecuado descanso, sumado a las 8 horas de "apresto" que deben cumplir", detalla el ex vocero de los gendarmes.

De acuerdo con el escrito, las condiciones de trabajo de sus camaradas no pueden garantizar un servicio acorde con las necesidades de los bonaerenses, por lo que solicita a los ciudadanos que se acerquen a los efectivos para expresarles su apoyo. 

"Como en octubre de 2012, las circunstancias nuevamente nos obligan a ponernos al frente de las reivindicaciones y necesidades de nuestros camaradas porque sabemos que tienen prohibido expresarse y sobre todo tomar contacto con los medios de prensa", sostuvo Maza en relación al conflicto anterior, que le costó la pérdida de su puesto en la fuerza.

El primer funcionario en salir a responder a las acusaciones fue el ministro de Seguridad, Ricardo Casal, quien reconoció que existen falencias en las condiciones, pero aseguró que todo "se está ordenando". "En una acción de operación intensa por supuesto que hay momentos de descanso que son incómodos. Pero se  está normalizando la situación municipio a municipio, para que la gente duerma bien y esto se normalice", dijo Casal durante un acto en el que participaron también el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, y el gobernador bonaerense Daniel Scioli. 





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