Colombia: la oposición al TLC con EEUU es el socialismo del siglo XXI

El paro agrario en Colombia, que se ha saldado con hechos de violencia y muerte, tiene como reclamo el fin del acuerdo de libre comercio que Colombia firmó con EEUU hace más de un año.

Los sectores del campo colombiano están decididos a "derrotar el libre comercio", al que culpan de los problemas que afecta al sector, de la caída de ventas y el aumento de las importaciones desde EEUU, que estarían afectando a los sectores más vulnerables.

"Uno de los caballitos de debate que tiene la extrema izquierda en Colombia es que el país ha perdido competitividad con el Tratado de Libre Comercio", dice el analista de Bulltik Capital Alberto Bernal.

"Buscan que Colombia reniegue del TLC con EEUU.... porque la antítesis del tratado es el socialismo del siglo XXI", sostiene Bernal, que argumenta que las naciones del ALBA necesitan sumar a Colombia como país estratégico y que se identifique con las ideas del imperialismo y el latinoamericanismo de Nicolás Maduro, Rafael Correa o Evo Morales.

Después de un año de vigencia del TLC, las cifras que Colombia exporta a ese país registraron una caída del 9,4%, mientras que las ventas de EEUU subieron un 12,7 por ciento. Sin embargo, los volúmenes de ventas favorecieron a Colombia, que vendió por US$ 18.854 milones, mientras las compras a EEUU fueron por US$ 12.598 millones.

Para Bernal, "hay una manipulación de información impresionante", ya que detrás de las protestas contra el tratado, están las visiones más radicalizadas de sectores ideológicamente vinculados a las FARC y fuertemente fogoneados por los personeros del chavismo en América Latina.

"Hay gente que divulga que los pollos que se consumen en Colombia, todos, vienen de EEUU, ¡una falacia total! En Colombia sólo el 2,5% es importado, el 97,5% es local", explica Bernal.

Aunque las cifras del primer año presenten una baja de las ventas colombianas a EEUU, estas obedecen a productos primarios como el café y la minería. Sin embargo, las ventas de manufacturas, agroindustria, productos no tradicionales y de bienes subieron el 18,3%, es decir, los productos con mano de obra agregada mejoraron sus ventas.

Un total de 775 pequeñas empresas consiguieron vender sus productos por primera vez en EEUU, mientras que 187 productos colombianos pueden ingresar con arancel cero, explica el experto internacional Ramsés Vargas Lamadrid, en un análisis publicado por El Tiempo.

"Este TLC, al igual que las otras decenas de acuerdos que ha firmado el país, son únicamente medios para competir en una jungla comercial cada vez más grande", afirma el máster en Políticas Públicas de la Universidad de Oxford.

El ejecutivo de Bulltik Alberto Bernal grafica la intención política de la manipulación: "Se habla de que la disminución del cultivo de cereales tiene que ver con el TLC, otra falacia. Colombia es un país que está sobre el Ecuador, no tiene estaciones, por lo que los cereales no son competitivos si se compara con Argentina, Australia o EEUU".

Uno de los principales reclamos de los productores colombianos se centra en lo poco que perciben por sus productos y los precios que pagan por insumos como fertilizantes (hasta 80% más caros que en EEUU), o el transporte que mueve las mercaderías.

En el reclamo, también se habla del abandono de décadas que el sector rural padece, es decir, problemas como la falta de infraestructuras y servicios que permitan incrementar la productividad, muy anteriores a la firma del acuerdo.

El economista Aurelio Suárez, explica en BBC que en las protestas "en general todo el mundo sigue pensando que el problema es la importación de trigo, de cebada, de soya, de sorgo y otros granos". Alberto Bernal califica de "otra falacia" ese argumento de los campesinos y explica que "Colombia es un país que está sobre el ecuador, no tiene estaciones, por lo que los cereales no son competitivos, si se compara con Argentina, Australia o EEUU".

Bernal cree que "se quiere promover el vivir en la autarquía", como los países del ALBA, y cree que no es una discusión posible el planteo por sí o no con el libre comercio, porque romper el TLC con EEUU implicaría hacerlo con Canadá y no avanzar con la Unión Europea. "¿Y con quién vamos a comerciar? ¿Con Bolivia?, ¿con Venezuela? Bolivia no compra y Venezuela no paga", concluye el ejecutivo de Bulltik.

Mientras los sectores más primarios promueven el fin del acuerdo, con el apoyo de sectores bolivarianos, los productores de café de alta calidad, floricultores, industria textil, industria alimentaria han experimentado aumentos de sus ventas al exterior de hasta un 66% en solamente un año.

Según un estudio sobre el impacto del TLC en la actividad de la región de El Valle, casi todos los sectores que ya tenían un perfil exportador han incrementado sensiblemente las ventas externas por el TLC.