En la antesala de una nueva cumbre del G20, que se desarrolla en la ciudad rusa de San Petersburgo, el mundo se divide sobre el futuro del conflicto en Siria. Con el total apoyo de Francia, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, busca en el cónclave lograr el apoyo de sus pares a fin de alcanzar la legitimidad internacional para poder ordenar una intervención militar contra el régimen de Bashar Al Assad.
Sin embargo, no será una tarea sencilla para Obama, ya que enfrente tendrá la resistencia del presidente ruso, Vladimir Putin, principal opositor a una acción militar en el país árabe.
En tanto, el mandatario norteamericano busca convencer con sus argumentos a aquellos países que coinciden en la necesidad de terminar con el conflicto entre el régimen de Al Assad y los rebeldes, pero no a través de una intervención.
En ese sentido, las principales potencias y países emergentes ya expresaron su postura al respecto. A continuación, detallamos qué posición tomó cada país y cuáles son sus argumentos.
Francia, principal aliado de Estados Unidos
Desde que la Casa Blanca reconoció que contaba con pruebas suficientes para demostrar que Al Assad utilizó armas químicas contra civiles, el presidente francés, François Hollande, se mostró a favor de una intervención militar para poner fin al régimen sirio.
El mandatario francés hizo referencia a una acción "proporcionada y firme" y aseguró que su país busca una coalición internacional "lo más amplia posible" de los "pocos países que tienen la capacidad de aplicar una sanción a Siria con los medios adecuados".
Rusia y China, férreos opositores de la iniciativa de Estados Unidos
Luego de la aprobación en el Congreso norteamericano para iniciar una escalada militar en Siria, el presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió que considerará una "agresión" si Estados Unidos ataca al régimen de Al Assad.
"Ahora el Congreso y el Senado estadounidenses están ocupados en legitimar una agresión y estamos todos atentos ante las pantallas esperando a ver si esto será autorizado o no", disparó el mandatario ruso.
En esa línea, el gobierno chino se alineó con la posición de Rusia al señalar que una intervención militar dañaría la economía mundial y haría subir los precios del petróleo.
"La situación actual muestra que la solución política es el único camino posible para resolver la crisis", apuntó el vocero de la delegación china en San Petersburgo, Qin Gang.
Reino Unido, el aliado que no fue
El primer ministro británico, David Cameron, se había alineado con sus pares de Estados Unidos y Francia en la idea de encabezar una acción militar en Siria.
Sin embargo, Cameron debió dar marcha atrás luego del rechazo parlamentario (285-272), con el repudio de la oposición laborista, a la que se unieron 30 diputados conservadores y 9 liberaldemócratas, alieneados al gobierno del primer ministro.
Alemania, el principal representante de la Unión Europea
El ministro alemán de Exteriores, Guido Westerwelle, desde un primer momento dejó en claro la postura de su país de no alinearse a una acción militar. "Ni se nos ha pedido intervenir, ni lo consideramos", sostuvo.
"Instamos a que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas encuentre una solución conjunta", explicó Westerwelle.
Brasil y Japón, en contra de una intervención militar
"En el caso sirio, no hay solución militar posible para la crisis. Tiene que haber solución política y apoyamos fuertemente la realización de una segunda reunión en Ginebra para buscar, por el diálogo, por la negociación, una solución al conflicto". Con esas palabras expresó la voluntad del gobierno de Dilma Rousseff el canciller brasileño Luiz Alberto Figueiredo.
En tanto, su par japonés, Fumio Kishida, habló de buscar "una solución pacífica para el asunto".