La tercera generación de los Coppola aterrizó en Venecia. Se llama Gia, es nieta de Francis Ford y sobrina de Sofia, pero parece estar lejos del talento de su abuelo o su tía, según la crítica especializada que vio "Palo Alto", una ópera prima llena de "hijos de" presentada en la Mostra de Venecia.
Pero el entramado familiar
no queda ahí. También es prima
de Nicolas Cage y Jason Schwartzman. Y,
a juzgar por la puesta en escena de su película, con algunos de sus familiares también comparte ADN cinematográfico.
Muy
parecida físicamente a Sofía, de la que heredó la languidez y el estilo, Gia
defendió su película, que compite en la sección paralela Horizontes, una
historia de adolescentes bien rodada y con unos actores que están por encima de
un guión basado en un relato de James Franco.
El padre de Gia y productor de cine Giancarlo Coppola murió hace 27 años en un accidente de barco, meses antes de que ella naciera. Pero su abuelo, se encargó de que no se perdiera el contacto con la viuda, Jacqui De la Fontaine, y la integró en la familia como una hija más, también en lo profesional.
De hecho participó en el diseño
de vestuario de la tercera parte de 'El Padrino' y de varias películas más
hasta que se casó con el millonario Gordon Peter Getty Jr.
De
pocas palabras y menos respuestas, la joven realizadora muestra en público la
misma actitud un tanto indolente de su famosa tía, pero no le gustan las
comparaciones con ella ni con su abuelo, el gran Francis Ford Coppola.
"Para
mí era muy importante tener mi propia voz. Me encanta el trabajo de mi familia
y les pido consejo a menudo, pero era importante tener mi voz", explicó la
realizadora antes de reconocer una semejanza con su abuelo: "yo también
hago vino".
De su tía, también heredó su estilo y un parecido físico bastante marcado. El diseñador neoyorquino Zac Posen la definió con dos palabras: genética y estética. Es que antes de dar el salto al cine era una habitual del mundo de la moda. En ese momento colaboró con el modisto y con Orla Kiely, experiencias que, asegura, "fueron la mejor escuela posible", según publicó Vanity Fair.
El actor y director del film
tenía claro desde el principio que no debía ser él quien adaptara la historia y
decidió pedirle a Gia Coppola, de la que conocía su trabajo en fotografía y
vídeo, que se encargara del proyecto porque tenía el "sentido estético
adecuado y el espíritu justo para hacerlo".
La
realizadora, que ahora tiene 26 años, decidió aceptar el encargo porque tenía
"nostalgia" de cuando era joven y le encantan las películas que
tratan sobre adolescentes.
Dos
años duró el trabajo de preparación de una película protagonizada por Emma
Roberts, sobrina de Julia, y por Jack Kilmer, hijo de Val, con papeles para
Franco, para Val Kilmer y para Jacqui Getty, madre de la directora.
El film, su debut
En
"Palo Alto", Coppola cuenta
una historia muchas veces vista en el cine. La de un grupo de adolescentes, aún
en el instituto, que viven más para lo que piensan los demás que para ellos
mismos.
Faltos
de atención y sobrados de dinero, este grupo de adolescentes mimados vuelcan en
el sexo, las fiestas y las envidias todas sus energías.
Bien
rodada y con algunos momentos estéticamente destacables, a la película le falta
potencia y arrastra el déficit de una historia que no tiene nada de original.
Destaca
el trabajo de la pareja protagonista. Roberts, que persiguió el papel porque le
había gustado mucho la novela, y Kilmer, para quien es su debut en la
actuación, según explicó la realizadora.
Así
como las colaboraciones de su madre en la vida real, en el papel de la madre de
la protagonista, y de Val Kilmer, su colgado marido, que protagoniza dos escenas
bastante surrealistas.
Un
grupo de amigos y de nombres conocidos que formaron una especie de gran
familia, que celebraban fiestas juntos y cenaban en casa de Jacqui Getty, que
se encargaba de cocinar para todos.
Relaciones
impulsadas por la realizadora para que los actores establecieran unos lazos que
les permitiera trabajar más cómodamente al interpretar a amigos en la pantalla.
Un
elemento importante para poner en pie una historia sobre el "periodo de la
transición", sobre el momento en el que la inocencia da paso a la
experiencia y en el que todas las personas se enfrentan a situaciones
complicadas, divertidas o tristes, una "época viral" en palabras de
James Franco.
"Somos
humanos y crecemos" y durante ese periodo "buscas a gente que puede
ser tu profesor", resaltó Franco, autor del libro y que en la película
interpreta al entrenador de fútbol de las chicas.
Una
historia de líneas difusas que no pretende ser un modelo de comportamiento para
los adolescentes y que la realizadora preparó rodando una pequeña versión de 45
minutos con sus amigos.
De
esta forma se preparó para trabajar con actores y diálogos, algo que no había
hecho antes.
La
idea partió de Franco, profesor de cine y que utiliza ese método a menudo con
sus alumnos.