El presidente Obama se pronunció minutos después de que su secretario de Estado, John Kerry, presentara un informe de inteligencia en que aseguran tener pruebas sobre el uso de armas químicas por parte del régimen de Bashar Al Assad en un ataque que generó más de 1.400 muertos, el miércoles 21 de agosto, en un área dominada por la oposición cerca de Damasco.
"Estos tipos de ataques son un desafío. No podemos aceptar que niños y mujeres sean atacados con estas armas", expresó el presidente de los Estados Unidos, quien reiteró el riesgo de que ese armamento caiga en manos de terroristas que lo usen contra su país.
"Lo que vimos hasta ahora es al menos incapacidad del Consejo de Seguridad para avanzar ante una clara violación de las normas internacionales", dijo el mandatario estadounidense.
"El mundo tiene la obligación de mantener las normas en contra del uso de armas químicas. Todavía no he tomado una decisión final para que se hagan cumplir esas reglas", explicó Obama.
"Tengo a mi equipo militar para consultar varias opciones. He estado en conversaciones y de ninguna manera estamos pensando en una intervención que signifique nuestra presencia en el terreno", señaló.
Y concluyó: "Queremos garantizar que no sólo Siria sino también otros países respeten la prohibición de armas químicas. No pensamos en un compromiso a largo plazo en Siria, sino una intervención limitada. No hay una solución sólo militar y seguiré consultando con el Congreso".
Por su parte, John Kerry no fue explícito pero sí dejó en claro que todos los resortes del gobierno de los EEUU están preparados para la acción militar. Repitió en varias ocasiones que tiene "confianza" en el informe de inteligencia que prueba el uso de armas químicas por parte del régimen de Al Assad y dijo que si bien no puede dar información clasificada, conocen detalles "perturbadores" del ataque en Damasco.