La escasez de algunos alimentos en Venezuela ha llegado, en los casos más extremos, a su virtual desaparición. Según mediciones del Banco Central, productos como el aceite comestible de mezcla faltan en el 78% de los comercios, y la leche en polvo, en el 76 por ciento.
Más preocupante aún es el agravamiento cada vez acelerado de la situación, ya que en julio de 2012, si bien el desabastecimiento ya se sentía, no estaba tan extendido como ahora. Por ejemplo, en lo que respecta a la leche, no superaba el 39,5%, y el aceite estaba en el 68 por ciento.
Para compensar el déficit del mercado, el Gobierno distribuye leche en polvo a través de la Corporación de Abastecimiento y Servicios Agrícolas. Pero está lejos de alcanzar, y se requieren al menos 6 mil toneladas adicionales.
Entre otros bienes cuya escasez ha aumentado notablemente se encuentra el azúcar, que en 2012 se situaba en 29,2% y ahora se elevó hasta el 66 por ciento. Los venezolanos consumen anualmente unas 1,2 millones de toneladas, pero la producción apenas llega al medio millón.
Otros casos son los de la harina de maíz, que pasó del 27,3% al 62%, y la harina de trigo, que pasó del 7,5% al 62 por ciento.
Entre las causas de este fenómeno, los productores de comestibles indican que los costos de producción han subido por el alza de la mano de obra, fallas en los envases y en las etiquetas, y el incremento de la materia prima importada, según informa El Nacional.
Pero el factor más determinante que se asoma como la causa desencadenante de toda esta serie de problemas es el rígido control de precios que impera desde octubre de 2011. A pesar de la intensa inflación que vive el país, el Gobierno mantiene congelados los valores de muchos de estos alimentos desde entonces.
La principal consecuencia de esta situación es el
, al que los consumidores acuden para conseguir lo que no encuentran en los comercios autorizados, pero
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