El anuncio formulado en cadena nacional por la presidente Cristina Kirchner reafirmó la postura oficial ante la demanda que lleva adelante un grupo de holdouts en los EEUU, que es la de continuar con el cumplimiento de los vencimientos de deuda soberana, sin incurrir en el pago a los denominados por "fondos buitre", que no aceptaron las dos reestructuraciones de deuda anteriores, en 2005 y 2010.
Así, Argentina ofrecerá a los tenedores de deuda reestructurada emitida bajo ley extranjera cambiar el lugar de pago de sus bonos a Buenos Aires para evitar eventuales embargos, luego que una corte en Nueva York ratificó que bonistas con títulos impagos deben ser tratados equitativamente junto al resto de los acreedores.
Algunos analistas financieros sostienen que la propuesta de cambio de domicilio y agente de pago, que dejará de ser el Banco de Nueva York y pasará a ser la Caja de Valores de la República Argentina, tiene como objetivo evitar el llamado "default técnico", consecuencia de un eventual cambio de la legislación de fondo, la norteamericana, por la local. Asimismo, la expectativa se centra en la forma en que el gobierno argentino cumplirá la promesa de la Presidente de afrontar los vencimientos "en la misma moneda, en los mismos plazos, pero cambiando el lugar de pago".
Conocido el fallo adverso en segunda instancia en la Cámara de Apelaciones de los EEUU, que ratificó el pago al contado de u$s1.330 millones a los demandantes, la estrategia del gobierno argentino se plantea evitar eventuales embargos de los fondos depositados en el Banco de Nueva York para cumplir con los holdouts a la par del resto de los bonistas que sí adhirieron a las reestructuraciones anteriores.
El economista Alejandro Robba consideró que la reapertura del canje de deuda anunciado por la presidente Cristina Kirchner es una demostración de la decisión argentina de pagar sus obligaciones.
Cambiar la legislación de los bonos implicaría un "default técnico"
"La reapertura del canje de la deuda es una muestra más de la voluntad de pago del país y, además, supone no incurrir en una cuestión de inequidad para el 93% de los acreedores que ya ingresaron en los canjes de 2005 y 2010", expresó el economista a Télam.
"Un fallo injusto"
En su mensaje por cadena nacional, Cristina Kirchner calificó ese fallo conocido este viernes como "un poco injusto" debido a que el país, que cayó en default hace 12 años, está honrando la deuda que reestructuró con fuertes quitas en 2005 y en 2010, en operaciones que fueron aceptadas por un 93% de los acreedores.
Pero el grupo de tenedores de deuda impaga, encabezados por los fondos NML y Aurelius, a los que en los despachos se los llama "buitres", viene litigando para cobrar la totalidad de sus tenencias, y la Justicia estadounidense les dio la razón en primera y segunda instancia. La aplicación de los fallos está suspendida, sin embargo, hasta que la Corte Suprema, ante una apelación de Argentina, decida si toma el caso.
"Hemos tomado una decisión para salvaguarda de quienes han confiado en la República, el 93% de los tenedores de bonos que han confiado en Argentina y que vienen cobrando, algunos del año 2005 y otros del año 2010", dijo Cristina Kirchner. "Y es, precisamente, hacer un reemplazo de títulos por la misma moneda, por los mismos plazos, nada más que cambiando el lugar de pago para evitar eventuales embargos", agregó.
Cristina Kirchner prometió pagar "en la misma moneda y con los mismos plazos"
Una fuente del Gobierno dijo a Reuters que el país seguirá con las apelaciones ante tribunales de los Estados Unidos en su batalla contra tenedores de deuda impaga y que sólo lanzará un canje "voluntario" para mudar el pago de sus bonos externos a Buenos Aires si las cortes le dan la espalda.
El cambio de lugar de pago de bonos reestructurados "podría generar alguna complicación administrativa, pero es la mejor oportunidad para hacerlo porque, si bien es un acto defensivo, todavía faltan varios meses para tener las instancias finales" del proceso judicial, dijo el ex secretario de Finanzas Daniel Marx.
"La peor consecuencia estaría dada por la interrupción en el pago de los servicios de los bonos vigentes y esto es un poco lo que se trataría de remediar con el cambio de domicilio", agregó.
Sin embargo, el ex viceministro de Economía Jorge Todesca dijo a Reuters que "cambiar el lugar de pago a Buenos Aires va a ser sumamente complejo en medio de un cepo cambiario (por imposibilidad de comprar divisas), y de dificultades para transferir dólares".
El "cepo" es una dificultad para que los acreedores transfieran dólares
El país "nunca va a poder emitir un título público en el exterior si sigue escapando a una negociación seria por la deuda. Podemos suponer que Argentina seguirá aislada financieramente del resto del mundo mientras esto siga así", destacó.
El proyecto de ley que será enviado al Congreso busca además
que impide nuevas reestructuraciones de la deuda impaga.