En declaraciones al grupo Globo, el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado brasileño, Ricardo Ferraço, quien recibió a Róger Pinto en Brasilia, negó que, como sostiene La Paz, Pinto sea prófugo de la justicia boliviana. Esta le acusa de diversos delitos de corrupción por los que, incluso, fue condenado en junio pasado a un año de prisión.
El Gobierno boliviano no se ha pronunciado aún oficialmente sobre el asunto, pues esperaba una "confirmación" de Brasil en relación a la conflictiva salida del senador del país andino sin el necesario salvoconducto.
Pinto se había refugiado en la embajada brasileña el 28 de mayo de 2012 y diez días después el Gobierno de Dilma Rousseff le concedió el estatus de asilado político.
"Fue acogido por Brasil como perseguido político", dijo Ferraço, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), el más influyente de la coalición que respalda al Gobierno de Rousseff.
"Era perseguido en Bolivia por denunciar el narcotráfico", apuntó Ferraço, quien consideró la negativa del Gobierno de Evo Morales a concederle el salvoconducto para viajar a Brasil como una "actitud propia de una dictadura arbitraria".
El legislador brasileño negó también que Pinto se haya "fugado" de su país.
"En la medida en que Brasil le había concedido el asilo y que había pedido un salvoconducto no veo problemas, pues es un gesto de solidaridad humana" y "soberanía", dijo el senador brasileño, pese a que las autoridades bolivianas no autorizaron la salida de Pinto.
Dijo que el senador boliviano salió en un coche "oficial" de la embajada, escoltado por "fusileros navales", y llevado por tierra hasta la ciudad de Corumbá, del lado brasileño de la frontera.
Indicó que fue un viaje de "22 horas" y que Pinto fue recibido en Corumbá por agentes de la Policía Federal brasileña.
Luego, el propio Ferraço envió hasta esa ciudad un avión privado, que le recogió en la madrugada de hoy y le trasladó a Brasilia.
Según el senador brasileño, la operación que le permitió a Pinto burlar a las autoridades bolivianas fue hecha "en conjunto" por diversas autoridades brasileñas.
Al llegar a Brasilia, Pinto agradeció a Brasil y a sus "autoridades" los "esfuerzos" que le permitieron abandonar su país.
"Espero que continúe mi asilo. Tengo asilo y espero que continúe", añadió el político
"Luego de establecer contactos con la Cancillería brasileña, el Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado Plurinacional de Bolivia informa a la opinión pública que el Sr. Róger Pinto Molina huyó del país con destino a la República Federativa del Brasil", señaló una escueta nota distribuida a la prensa.
Contra Pinto "se encuentran vigentes cuatro arraigos o prohibiciones de abandonar el país por delitos comunes de corrupción pública con grave afectación económica al Estado Boliviano, uno de ellos con sentencia condenatoria de primera instancia", recordó el gobierno boliviano.