Cuando el sucesor de Hugo Chávez hizo su advertencia, la denominada "lechuga verde" (el dólar paralelo) costaba 22 bolívares cada uno, pero el valor al que trepó este miércoles, de 37,21 bolívares, ya representa un 63% más. Una clara muestra de que nadie se preocupó por los dichos del mandatario caribeño.
Lejos de aplacar la fuerte presión sobre el mercado paralelo, el flamante mecanismo de oferta de divisas legal que debutó en marzo incrementa cada vez más la brecha cambiaria, mientras el tipo de cambio oficial se mantiene quieto desde febrero en 6,3 bolívares. Un valor seis veces menor al que se ofrece por la moneda de EEUU en el mercado ilegal.
A mediados de marzo de este año, el gobierno de Maduro restringió el racionamiento de dólares y así nació el Sicad, un sistema de subasta de divisas por el cual es posible conseguir el billete estadounidense a un precio que al menos duplica el valor del tipo de cambio oficial.
Para muchos venezolanos este sistema remite al término "ganancias cambiarias", cada vez más utilizado entre aquellos que señalan al Sicad como la estrategia gubernamental para racionar reservas y financiarse a través de la inflación.
En otro intento para proveer dólares, el Banco Central de Venezuela anunció el miércoles una nueva subasta por US$ 330 millones que se liquidará el próximo lunes. Todo en un contexto que tendrá mayores restricciones burocráticas para las personas que busquen adquirir divisas por turismo, según publica el diario El Cronista Comercial.
"Aunque la nueva subasta incrementa la oferta en más del 50% que las restantes, la irregularidad en la oferta de dólares
que escaló
concluyó Alejandro Grisanti, analista del banco Barclays.