El juez federal Luis Rodríguez le preguntó a Miriam Quiroga, la ex secretaria privada de Néstor Kirchner. ¿Vio algún funcionario con bolsos en la oficina del ex presidente?
La mujer respondió: "El único que entraba con un maletín o algo parecido era Ricardo Jaime". La mujer es testigo en una causa judicial en la que se investiga la circulación por la Casa Rosada de bolsos de dinero producto de la corrupción.
Esa es la última causa judicial en la que el ex secretario de Transporte del kirchnerismo ha quedado involucrado.
Pero además, Jaime, el kirchnerista más investigados por casos de corrupción, tiene abiertas en los tribunales federales cerca de 20 causas judiciales en distintas instancias del proceso.
Infobae reconstruyó, a partir de fuentes judiciales, los expedientes en los que el ex funcionario kirchnerista está investigado.
Hay cuatro casos a la espera del juicio oral y público. Dos son claras muestras de la corrupción que reinó en Transporte desde 2003 a 2009 cuando Jaime manejaba los millonarios subsidios y los contratos de un área con muchísimos recursos. Jaime debe ir a juicio porque se comprobó que la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA) a la que debía controlar, le pagaba viajes en taxis aéreos para que el por entonces funcionario pudiera realizar viajes a destinos turísticos para descansar. La segunda, es porque la Terminal de Ómnibus de Retiro pagaba el alquiler del departamento donde Jaime vivía mientras negociaba con el dueño de esa empresa, Néstor Otero, la renegociación del contrato de concesión, que fue extendido hasta 2015. El convenio lo firmaron Jaime y Otero. Corrupto y corruptor. El juez de juicio será Julián Ercolini y el fiscal que acuse Guillermo Marijuán.
El 30 de julio en Córdoba, Jaime será juzgado por haber intentado robar pruebas de un allanamiento que se hizo en su casa de Carlos Paz. En un procedimiento ordenado por el juez Norberto Oyarbide en la causa de enriquecimiento ilícito, la policía incautó tarjetas personales que ligaba a Jaime con una empresa en la que había trabajado el hijo del ministro Julio De Vido. Jaime devolvió las tarjetas, pero nunca aparecieron en el expediente. Por eso un Tribunal Oral cordobés lo juagará a fin de mes.
Otro de los juicios orales que deberá afrontar Jaime es por un caso de corrupción seguida de muerte. Es uno de los ex funcionarios acusados de haber permito por falta de control que se produjera la Tragedia de Once donde hubo 51 muertos y más de 700 heridos.
El juez Sebastián Casanello tiene a su cargo una causa por enriquecimiento ilícito del ex funcionario y de su círculo familiar y de negocios. Está a un paso de ser llamado a indagatoria porque no pudo justificar, como lo solicitó el fiscal Carlos Rívolo, la suma de 12 millones de pesos. En los últimos días consiguió ganar algo de tiempo porque le prorrogaron hasta después de la feria judicial la justificación de la compra de un yate que costó un millón de dólares.
Jaime tiene causas abiertas prácticamente en todos los jugados federales de la Capital. Se lo investiga por sobreprecios en la compra de vagones de subte a la empresa china CITIC, por sospecha de pago de coimas en la adquisición de aviones para Aerolíneas a la firma brasilera Embraer, por la adquisición de material ferroviario de rezago en España y Portugal que está arrumbado sin poder ser usado, por no haber adaptado los ferrocarriles a las necesidades de los discapacitados, por el modo en que distribuyó los subsidios operativos para las empresas ferroviarias, por las condiciones favorables al concesionarios de la Terminal de Retiro a la hora de renegociar el contrato, por una compra de locomotoras japonesas, por el vaciamiento de la empresa de colectivos Transportes del Oeste, por irregularidades en Aerolíneas Argentinas cuando dependía de su secretaría, por la fallida línea aérea LAFSA. La última vez que fue citado a indagatoria fue el 18 de junio pasado. El juez Claudio Bonadio lo indagó por haber ordenado pagar más de dos millones de pesos a una empresa por una licitación que ya había sido abonada en su totalidad.
La situación judicial de Jaime podría ser aún peor si no fuera por la inacción del fiscal de Investigaciones Administrativas Guillermo Noailles quien, al no presentar un recurso de queja en la Cámara de Casación, hizo que se cayeran las seis causas que se habían abierto a partir de los mails de la corrupción. Noailles dejó que quedaran sin valor como prueba los mails del testaferro de Jaime, Manuel Vázquez. En las computadoras de ese ex funcionario había enormes huellas de corrupción. Se había abierto una causa porque Jaime y Vázquez cobraron un "comisión" luego de que el secretario de Transporte autorizara a una línea aérea a volar nuevas rutas. Y porque había aportes ilegales de dinero a las campañas del kirchnerismo y porque se pagaron coimas en España y Argentina para traer trenes inservibles que iban a modernizar el transporte de los ciudadanos. Gracias a Noailles se cerró también una causa en la que se había determinado que Daniel Jaime, testaferro de su hermano Ricardo, facturaba la realización obra pública ferroviaria, con una empresa virtualmente sin personal.
En todas las causa hay sospechas de negocios. En muchas se comprobó la existencia de esos negocios. Negocios millonarios cuya recaudación se destinaba a las arcas personales y políticas del kirchnerismo.