"Siempre hemos estado a favor del diálogo y, de hecho, tenemos líneas abiertas de comunicación con Corea del Norte", dijo la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional (NSC) de la Casa Blanca, Caitlin Hayden, en un comunicado citado por la cadena CNN.
"Juzgaremos a Corea del Norte por sus acciones y no por sus palabras, y esperamos ver pasos que demuestren que Corea del Norte está preparado para asumir sus compromisos y obligaciones", añadió Hayden.
Corea del Norte, a través de su Comisión Nacional de Defensa, invitó este domingo a Washington a establecer conversaciones de alto nivel "para rebajar las tensiones en la península coreana y establecer la paz y la seguridad a nivel regional".
Pyonyang matizó que el Gobierno estadounidense "no debería hablar de condiciones previas" para los contactos, una posibilidad que pareció rechazar el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Denis McDonough.
"Las conversaciones tienen que ser reales. Tienen que basarse en que ellos asuman sus obligaciones en cuanto a la proliferación, las armas nucleares, el contrabando y otros asuntos", dijo hoy McDonough a la cadena CBS.
"No van a conseguir escapar a través de conversaciones de las sanciones significativas bajo las que están, sanciones que Rusia ha apoyado, y lo que es más importante, que China ha apoyado", agregó.
El representante especial de Estados Unidos para asuntos de Corea del Norte, Glyn Davies, conversará sobre la oferta con funcionarios japoneses y surcoreanos en una reunión el miércoles 19, según indicó a la CNN un alto funcionario estadounidense, que pidió el anonimato.
La reunión trilateral en Washington se programó hace tiempo para "intercambiar opiniones sobre una serie de asuntos relacionados con Corea del Norte", según el anuncio oficial emitido el viernes por el Departamento de Estado.
Por parte de Corea del Sur asistirá el enviado especial de Seúl para la Paz en la Península Coreana y Asuntos de Seguridad, Cho Tae-yong; mientras que por Japón estará el director general de Asuntos Asiáticos del Ministerio de Exteriores, Shinsuke Sugiyama.
La oferta de este domingo llega cinco días después de que las dos Coreas cancelaran, por diferencias con respecto a la composición de las representaciones de ambos países, el que hubiera sido su primer encuentro de alto nivel en seis años.
El intento de acercamiento a Washington contrasta con la dura campaña de amenazas bélicas dirigidas contra Estados Unidos, Corea del Sur y Japón que el régimen llevó a cabo en marzo y abril.
Corea del Norte cree que la agenda del encuentro con Estados Unidos podría incluir cuestiones como la reducción de la tensión militar en la península coreana, o la posibilidad de sustituir el armisticio con que se cerró la Guerra de Corea (1950-1953) por un tratado de paz.
Pyongyang también brindó a Washington la posibilidad de elegir el lugar y el momento de dichas conversaciones.
El acercamiento es el primero desde las frustradas negociaciones bilaterales de febrero de 2012, en las que ambos países acordaron una moratoria norcoreana en lo que respecta a sus programas atómicos y de misiles a cambio de ayuda alimentaria estadounidense.
Ese acuerdo se vio frustrado semanas después, cuando Pyongyang anunció el lanzamiento de un cohete.