Nisman acusó a Irán de infiltrarse en la región para cometer actos terroristas

El fiscal de la causa AMIA denunció en el dictamen que el régimen iraní montó "estaciones de inteligencia" en países de Sudamérica para perpetrar atentados. En la presentación, pide a Interpol que intervenga

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 Télam 162
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En un extenso y durísimo dictamen presentado hoy ante el juzgado de Rodolfo Canicoba Corral, el fiscal General de la causa AMIA Alberto Nisman, acusó al régimen iraní de haber armado un red terrorista en Sudamérica tendiente a cometer atentados en diversos países de la región.

Según las pruebas con que cuenta Nisman, Irán infiltró agentes de inteligencia en Brasil, Paraguay, Uruguay, Chile, Colombia, Guyana, Trinidad y Tobago y Surinam, llamadas en la causa "estaciones de espionaje" que operarían en esos países bajo órdenes del gobierno iraní.

Siguiendo el dictamen al que tuvo acceso Infobae, el régimen buscaba "instalar allí -en los países antes nombrados- Estaciones de Inteligencia destinados a cometer, fomentar y patrocinar actos terroristas, en consonancia con sus postulados de exportación de la revolución". Fuentes de la causa agregaron que también adjuntaron importante documentación y "diligencias probatorias de actuaciones hechas en la Argentina, en la región, en Europa y en los Estados Unidos y de sentencias judiciales de esos países".

Nisman remitió una copia de su dictamen a los países donde detectó cédulas terroristas iraníes para que activen sus alertas, como así también giró el documento a Interpol.

En la presentación judicial se detalla "cómo opera, cómo se organiza, cuál es el entramado y cómo se oculta el terrorismo fundamentalista iraní" en esta parte del mundo.

En el expediente judicial -que cuenta con más de 500 páginas- también ratifica la responsabilidad del régimen iraní en el atentado de AMIA, poniendo el énfasis en la actuación imprescindible de Mohsen Rabbani como coordinador de la penetración de la inteligencia persa en la región.

Las pruebas que presentó Nisman indicarían que el país más "infiltrado" por Irán es Guyana, en cuyo territorio operó Abdul Kadir, ex parlamentario, ex Alcalde de la Ciudad de Linden y discípulo de Rabbani. Hoy, Kadir purga una condena de prisión perpetua por el frustrado atentado contra el aeropuerto norteamericano J.F. Kennedy, de Nueva York.

Las pruebas de que Kadir era un agente infiltrado se consiguieron luego de que se allanara su domicilio en Guyana. Allí se comprobó su estrecha relación con Rabbani, las órdenes que recibía de éste y cómo realizó la infiltración en ese país. Según la información reunida por Nisman, Kadir recibió su instrucción en Teherán y forma parte de un plan mayor para penetrar en Sudamérica.

La teoría del fiscal general es que el atentado terrorista en Buenos Aires no se trató "de una foto", sino de "una secuencia más amplia, establecida por el régimen teocrático en el Seminario de Gobierno Islámico Ideal".

Esa cumbre religioso-gubernamental tuvo lugar en 1982 en Teherán y habría sentado las bases -según la hiótesis de Nisman- que a partir de allí "se exportaría la revolución iraní" y que dicha penetración se realizaría cuando resultara conveniente "de manera violenta y por medio de atentados". De ese seminario participaron 380 clérigos de 70 países. Fue allí, según Nisman, que se llamó a cada embajada del mundo a convertirse en una "central de inteligencia".

Para ello, la fiscalía expone en su dictamen que el régimen iraní se valió de una serie de "fachadas" para poder infiltrar a sus agentes de inteligencia: organismos diplomáticos, asociaciones culturales y de beneficiencia, entre otras.

Recientemente, el presidente iraní Ahmadinejad firmó un acuerdo de colaboración con el gobierno argentino para tratar de llevar a juicio a los acusados -todos iraníes y con cargos pasados y presentes en el Estado- del brutal atentado que terminó con la vida de 85 víctimas en julio de 1994.

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