Después de cinco años de investigación judicial parece que se acerca la hora en la que Ricardo Jaime tenga que dar explicaciones acerca de cómo fue que sus familiares, sus testaferros y él mismo incrementaron su patrimonio de manera considerable mientras era secretario de Transporte del kirchnerismo.
El fiscal Carlos Rívolo imputó a Jaime y su círculo de negocios y afecto porque no podían justificar el haber comprado bienes y gastado dinero por una cifra cercana a los 12 millones de pesos. El juez Norberto Oyarbide, que estaba a cargo de la causa, ordenó un peritaje contable y decidió no llamar a indagatoria ni a Jaime, ni a sus hijas, ni a su ex pareja ni a su ex suegra, hasta que el estudio estuviera terminado. Hace dos semanas llegó al juzgado-ahora a cargo de Sebastián Casanello- el peritaje contable que determinó que Jaime y algunos de sus familiares no pueden justificar sus bienes y que fue revelado por Infobae.
A partir de lo que determinó el peritaje, el fiscal Rívolo le pidió a Casanello que llame a indagatoria a Jaime y al resto de los testaferros que aún no fue indagado. Rívolo había hecho este pedido-al juez Oyarbide- en varias oportunidades durante la investigación judicial. Ahora cambió el juez y el resultado del peritaje es categórico: a raíz de la nueva situación es que Rívolo pidió la indagatoria de Jaime.
El ex secretario de Transporte, símbolo de la corrupción del kirchnerismo, está a la espera de dos juicios orales por haber recibido dádivas de dos empresarios a los que debía controlar. Fue procesado y también debe ir a juicio oral por la responsabilidad que tuvo por el desmanejo que terminó en la Tragedia de Once. El 18 de junio próximo tiene que presentarse ante el juez Claudio Bonadio quien lo citó a indagatoria -tal como adelantó Infobae- por un negocio en el que se detectó un sobrepago de dos millones de pesos en una licitación para renovar un tendido de vías. Además tiene una veintena de causas abiertas por otros casos de corrupción.
Si Casanello acepta el pedido de Rívolo, Jaime, alguna de sus tres hijas, su ex esposa Silvia Reyss, las hijas de ella Agostina y Lorena Jayo y su ex suegra María Filomena Pfaffen, tendrán que desfilar por los Tribunales. Acumularon muchos bienes durante los seis años en los que Jaime, un hombre de extrema confianza de Néstor Kirchner, manejó cientos de millones de pesos en subsidios y en obras. Y tendrán que explicar cómo hicieron para pasar de vivir modestamente a disfrutar de un nivel de vida altísimo para los escasos ingresos que tenían.