Milos Zeman participaba de la presentación de las joyas de la corona restaurada en el Castillo de Praga. Sin embargo no parece haber puesto demasiada atención a lo que acontecía: prácticamente dormido de pie, soportó todo el evento.
No contaba con que la filmación daría vuelta al mundo con un mismo interrogante: "¿Estaba ebrio?"
La prensa local sostiene que Zeman sí se había pasado de copas, aún cuando fuentes oficiales del Gobierno aseguraron que el mandatario estaba afectado por una infección viral y que no se sentía muy bien.