Pignanelli aconseja volver a la política de 2002 para bajar el dólar libre

El ex presidente del Banco Central recomendó abrir una ventanilla de venta de 200 a 300 dólares por persona, licitar letras a tasas elevadas y anunciar una política de reducción del déficit fiscal. Hoy están disponibles $100 mil millones

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"Si se modifican las política monetaria y fiscal, y se abre el canal del crédito externo para el sector público y privado, para no usar reservas para pagar deudas, el Gobierno podrá poner freno a la escalada del dólar libre", dijo en diálogo con Infobae quien fuera presidente del Banco Central entre fines de junio de 2002 y principios de diciembre de ese año, bajo la presidencia de Eduardo Duhalde y como ministro de Economía, Roberto Lavagna.

"La primera medida que hay que tomar es volver gradualmente atrás con el cepo cambiario y permitir a los bancos que vendan entre u$s200 a 300 por persona, por cuenta y orden del Banco Central, junto con la modificación de las políticas monetaria y fiscal. Esto es poner en caja el gasto público y la creación de dinero a la real demanda del público", agregó Aldo Pignanelli.

Resaltó el experto que "en el corto plazo, la primera medida de política fiscal debe ser el anuncio de la reducción del déficit. Esto significa bajar los subsidios económicos, y por tanto subir las tarifas de los servicios públicos, en particular de la energía y el gas, y, si es necesario, fijar un subsidio directo de $100 a las familias más necesitadas, para inducir a racionalizar el consumo".

Recuerda Pignanelli que en 2002, cuando entró en crisis el sistema bancario, a pesar del corralito y corralón, había advertido que "había ventanillas donde se podían filtrar los dólares, como las ventas autorizadas para bienes registrables, como autos y viviendas".

Aumento del costo del dinero 

De ahí que sin titubear se decidió emitir Letras del Banco Central a 7 días a una tasa de 130% anual, pese a que la tasa de inflación ya había descendido a ritmo de 3% al año, "cuatro meses después ya colocábamos a 6% anual", agregó Pignanelli.

"Con semejante astringencia monetaria, se logró entonces desarticular las presiones alcistas que operaban sobre el mercado libre de cambios, al punto de echar por tierra los vaticinios previos de una escalada de 4 a 7 pesos que muchos economistas presagiaban en los primeros meses de la salida de la convertibilidad del peso 1 a 1 con el dólar.

Además, el ex presidente del Banco Central consideró clave acompañar el cambio de política fiscal y monetaria con la "puesta en marcha de la normalización del Indec, con reemplazo de sus directores por idóneos y retomar una etapa de negociación para regularizar la deuda en default con el Club de París y la auditoría anual que el FMI hace a todos los países miembros, como la Argentina".

De ese modo podría sacar provecho del deseo de inversores del resto del mundo para volcar sus excedentes de liquidez en países con alto potencial de crecimiento como tiene la Argentina, y de ese modo contribuir a generar divisas excedentes y aumento de reservas como ocurre en los países vecinos.

Devaluar después, nunca antes

"Recién después de eso hay que devaluar el peso, probablemente a un nivel de 6,5 a 7 pesos por dólar, para que luego de tres o cuatro meses, cuando el mercado advierta que las principales variables macroeconómicas tienden a normalizarse, el dólar libre comience a converger a ese parámetro", indicó Pignanelli.

El experto concluyó el diálogo con Infobae remarcando que "ahora lo importante es que el Gobierno comience a escuchar a los que saben cómo manejar las crisis, para que la gente que se muestra inquieta porque no sabe qué va a pasar con sus ahorros en pesos y en cajas de seguridad, vuelva a confiar en la moneda".

"Hoy sobran unos $100.000 millones en dinero líquido que es necesario absorber, porque dado el déficit energético y los vencimientos de deuda pública y privada, el país no puede perder entre 10.000 a 14.000 millones de las reservas que ya bajaron de u$s40.000 millones".