El presidente de Corea del Norte, Kim Jong-un, ordenó "barrer sin piedad" a los "elementos indeseables y hostiles" que constituyen, según dijo, una amenaza para el Partido de los Trabajadores y el régimen de Pyongyang.
La agencia Kcna reportó la visita que realizó Kim al ministerio de Seguridad del Pueblo, cuya tarea es mantener los controles en el interior del país para impedir "cualquier envenenamiento externo".
Kim llamó a "defender devotamente el partido, el sistema social y las personas, contrastando la guerra ideológica, cultural y psicológica de los enemigos, y barriendo sin piedad a los elementos indeseables y hostiles".
El ministerio y todas las fuerzas que controlan la seguridad interna "desarrollan un rol muy importante en la defensa del sistema socialista del país y deben reforzar la capacidad de defensa de las políticas del Partido de los Trabajadores", sostuvo.
"Los enemigos tienen miedo de nuestra unidad alrededor del partido más que a cualquier otra cosa y trabajan duramente para evitar que nuestra gente pueda confiar en el partido, es importante intensificar la lucha para frustrar sus planes", agregó.