La guía perversa de la ideología (A Pervert's Guide to Ideology), escrito y protagonizado por Slavoj Zizek y dirigido por Sophie Fiennes, es la secuela del documental La guía perversa del cine, un documental de 2006 donde el filósofo Slavoj Zizek explicaba los mecanismos inconcientes que subyacen en las películas, los cuales tienen como función mantener el status quo y condicionar al espectador en la dirección deseada por los grandes realizadores cinematográficos.
Slavoj Zizek es uno de los filósofos más reconocidos en la actualidad, su pensamiento –aunque detestado por algunos fenomenólogos– ha significado un parteaguas en lo que corresponde a epistemología, filosofía de la cultura y psicoanálisis. Marx, Lacan, Hegel, Kierkegaard, Heidegger, Kant, Sloterdijk, Badiou y Chesterton son algunos de los autores referidos por este filósofo, hecho que ha terminado por categorizar sus teorías dentro de una nueva rama denominada realismo especulativo, donde también podemos encontrar a autores como Quentin Meillassoux, Graham Harman y más recientemente a Cornel West y Judith Butler, quienes comienzan a coquetear con la postura.
La guía perversa de la ideología es la segunda película que Zizek filma al lado de Sophie Fiennes –la primera es La guía de cine del perverso (2006). El proyecto es interesante, inteligente y sugestivo, entre los dos han encontrado una forma de realizar un ensayo teórico lleno de imágenes que ayudan al espectador a entender de forma sencilla las complejas tesis que el autor expone.
La fórmula que esta película sigue es la misma que la primera: tomas donde Zizek habla directamente a la cámara para luego dar pie a la escena de alguna película que él quiere explicar. Lo sugestivo sucede cuando se mezclan estos dos momentos en una toma que nos muestra a Zizek dentro de la escena de la película que analiza: dos movimientos que tienen que ver con el rompimiento de la cuarta pared. El primero acontece cuando el filósofo le habla de forma sencilla y directa al espectador; el segundo cuando como espectador activo rompe la pared y se introduce en ellas. El trabajo artístico para recrear la escenografía de las cintas es impecable.
Como el título lo indica, la temática del documental es la ideología, término que parece malbaratado en la actualidad y depreciado ante la mirada de los liberales que apuntan a un era post-ideológica derivada de políticas multiculturales.
El film comienza con un análisis de Viven, de John Carpenter, (1988), que muestra a un tipo sin trabajo que encuentra una caja llena de lentes en una iglesia abandonada. Lo interesante de los lentes es que al usarlos se percibe el mundo de otra forma: se puede leer el valor imperante detrás de todo lo que nos rodea. Así, cuando el personaje ve unos billetes con las gafas puestas ve papeles que dicen "Este es tu Dios".
Zizek afirma que de esta forma trabaja la ideología: se encarna hasta el punto de ser imperceptible para el marco de visión que tenemos del mundo: "No es que sea marxista porque me agrada el manifiesto comunista, me gusta el manifiesto comunista porque soy marxista". El marco ideológico es constitutivo de nuestra mirada volviendo la realidad una mera apariencia. Esto considerando que "un desplazamiento 'epistemológico' en el punto de vista del sujeto refleja siempre un desplazamiento 'ontológico' en el objeto mismo".
A lo largo del filme se exponen ideas acompañadas de escenas para demostrar que las imágenes exponen algo más que lo superficial. Tiburón para estudiar la figura del enemigo que busca privarnos de nuestro sueño; La naranja mecánica para ejemplificar al sociópata que no está capturado por el lenguaje; Soy leyenda como el encuentro con lo Real; Titanic como la ilusión del amor eterno; Nacido para mata para hablar de lo obseno que sostiene el goce. En una de las mejores escenas se puede observar a Zizek caminando por el desierto con una Coca Cola en la mano para mostrar la forma en que se nos ha vendido este producto que se afirma como la cosa (Coke is It!) en distintos países para después hablar del Kínder Sorpresa y la razón por la que está prohibida su venta en EUA.
El film es una crítica al modelo económico actual que ha derivado en una ideología hegemónica que nos demanda gozar continuamente y consumir: si no gozo como lo dictan los medios me invade un sentimiento de culpa o tristeza, razón por la que debemos de preguntarnos: ¿Qué es lo que deseamos realmente? En palabras de Lacan: "Nuestro deseo es el deseo del otro", pero ¿quién es ese otro? Estamos desprovistos de deseos naturales y en cambio el capital ha encontrado la receta para el goce indefinido desproviendo a las cosas de su negatividad: "Se consume cerveza sin alcohol, carne sin grasa, café sin cafeína, y eventualmente, sexo virtual… sin sexo". La máxima epicureista que marca los extremos como dolorosos queda neutralizada. Zizek invita al espectador a reflexionar sobre sus sueños y deseos. Recordando a Deleuze: "Si estás preso en el sueño del otro estás jodido"... sobre todo si es una pesadilla.
La película no es un mero documental sino un ensayo audiovisual. Atendiendo a las palabras del filósofo argentino Julio Cabrera: el cine trabaja con conceptos-imagen que ayudan a una mejor comprensión al no quedarse sólo en teoría sino al involucrar también el sentimiento que es transmitido por la imagen. Logos y pathos son dos elementos presentes en el cine y son utilizados en La guía perversa de la ideología para entender a la disciplina como un mito que representa cosas mucho más complejas de las que aparentemente suceden.
(Publicado en la revista mexicana La Tempestad)