Una nueva modalidad de robo acecha a los usuarios de subtes. A través de fotos y videos publicados en las redes sociales, se pudo establecer que un grupo de los llamados pungas o carteristas vomitan en pleno viaje para lograr conmoción y estupor en las personas y aprovechan ese momento para robar celulares, billeteras y artículos personales.
Según una información publicada en Diario Popular, se calcula que actualmente hay más de 400 pungas que "trabajan" en las seis líneas subterráneas. Los usuarios tienen un registro contabilizado de los delincuentes y se realizan "escraches" con las fotografías o videos de los sujetos, muchas veces cuando llevan a cabo los ilícitos.
Sin embargo, los usuarios se quejan de que, a pesar de las denuncias y escraches y cartas enviadas, ni la policía, ni la empresa ni el gobierno porteño se hacen cargo de la situación.
De todas maneras, los usuarios se encargan de difundir las caras de los delincuentes, marcar zonas y detallar las modalidades. Por ese motivo insisten con difundir los rostros de los pungas en los televisores colocados en los andenes, para prevenir estos hechos.
Los pungas vomitadores entran en acción cuando un integrante del grupo simula estar descompuesto y en medio del viaje devuelve delante de todos, incluso manchando la ropa de los pasajeros. Como la situación genera asco y conmoción, aprovechan ese momento para comer ilícitos.
"Hay que cortar la cadena corrupta, la connivencia con la policía. Los robos realizados por pungas se convirtieron en una caja", denuncian los pasajeros de subterráneos. Incluso, cuentan que hay sospechosas reuniones en determinadas estaciones, en días establecidos, que ellos mencionan como "jornadas de pago de coimas". En esas jornadas, cuentan, vale todo.
Como solución, plantean que "se sumen policías vestidos de civil, que pasen desapercibidos para los ladrones". También se recomienda a los usuarios que "aprieten sus pertenencias, las carteras y los celulares", y alertar a lso turistas para que estén prevenidos.