Paraísos fiscales: ¿el Offshore Leaks es pólvora mojada?

Una revista suiza especializada afirma que los nombres publicados hasta ahora por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación –al que critica por no revelar su fuente- no tienen mayor relevancia

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El artículo de Bilan, que lleva la firma de su jefa de redacción adjunta, Myret Zaki, afirma que detrás del "sensacionalismo" en los anuncios coordinados entre varios diarios internacionales ("a la manera del lanzamiento de un iPhone 6 por Apple", ironiza), prometiendo revelaciones impactantes, sólo hubo una grandilocuencia de cifras –una lista de 2,5 millones de documentos secretos, 122.000 nombres de sociedades offshore y 260 gigaoctetos de información-, sólo hay pólvora mojada.

Con sorna, Zaki sostiene que el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés), responsable de estas revelaciones, sólo recibió la información digerida, anónimamente y a través de discos duros con datos robados. "La destilación de estas informaciones por los diarios, operación cuidadosamente concertada, parece seguir un planning bien preparado, pues cada periódico publica al mismo tiempo un artículo sobre el tema, pero que por el momento deja perplejo en términos de aporte concreto de información".

Para poner un ejemplo, Zaki cita el caso de Francia: de los 130 nombres revelados, sólo uno es conocido: Jean-Jacques Augier, el tesorero de campaña de François Hollande, sobre el cual además las revelaciones son benignas; durante los años 2000 abrió dos sociedades en las Islas Caimán, lo que en sí mismo no es ilegal, salvo que la finalidad haya sido ocultar ingresos no declarados o de origen ilegal.

En el caso de Suiza, el único famoso es el finado fotógrafo y playboy millonario Gunter Sachs, célebre por haber estado fugazmente casado con Brigitte Bardot, en los años 70, quien, entre los años 1993 y 2007, tuvo dos firmas offshore en las islas Cook. Lo único que su inclusión en la lista demuestra es que Sachs intentó pagar lo mínimo posible en materia de impuestos para disfrutar de la gran fortuna familiar que heredó.

"Por lo demás, dice la nota, surgen de aquí y de allá menciones de dentistas norteamericanos, ex politicastros asiáticos y una coleccionista de arte español. Nada sorprendente".

Myret Zaki trabajó en los años 90 en el banco privado ginebrino Lombard Odier Darier Hentsch & Cie. En 2001, pasó al periodismo al hacerse cargo de la sección y suplementos financieros del diario suizo Le Temps. En 2008 publicó el libro UBS, el trasfondo del escándalo. En el año 2010, ya desde Bilan, publicó un segundo libro: El secreto bancario ha muerto, viva la evasión fiscal, en el cual describe la guerra económica que llevó a Suiza a abandonar una tradición varias veces centenaria: el secreto bancario.

En este artículo se pregunta también por el sentido de revelar los nombres de 120.000 sociedades offshore, cuando en tres estados norteamericanos –Delaware, Wyoming y Nevada- la legislación prevé una exención de impuestos para sociedades limitadas en manos de extranjeros no residentes, y sin establecimiento físico en el país. Entre los tres suman unas 700.000 sociedades offshore.

La editorialista también critica el hecho de que los periodistas no revelen quién pirateó estos datos. Ya que, "antes de entusiasmarse y devorar sin más estas informaciones, conviene interrogarse sobre quién tiene interés en entregarlas de este modo, quién será denunciado y quién eventualmente protegido". Y agrega: "¿Cómo puede el lector estar seguro de que un gobierno interesado no está detrás de esta operación?"

En el caso de Wikileaks, recuerda la revista, se conocía el nombre de los operadores del sitio (Julian Assange y compañía). También cita un libro sobre la filial francesa del banco UBS, cuyo autor, Antoine Peillon, admitía con honestidad que la mayor parte de sus informaciones provenían de los servicios de inteligencia franceses.

En cuanto a los CD robados a Liechtenstein y al banco HSBC en Ginebra, así como datos sobre el banco Julius Baer en islas Caiman, se conoció la identidad de los "agentes" que filtraron la información: Heinrich Kieber, Hervé Falciani y Rudolf Elmer.

Pero en lo que respecta al Offshore Leaks, todavía se espera que el Consorcio Internacional de Periodistas dé las explicaciones pertinentes, dice Zaki. "Sobre todo, después de esta hiperventilación, cuando lleguemos a las informaciones concretas, ¿qué resultará en definitiva de toda esta operación?", es el interrogante que cierra su artículo.

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