Los resultados fueron arrojados tras dos años de estudios y mediciones con GPS y de gravedad por parte de científicos nacionales e internacionales. Las novedades fueron anunciadas en un acto en la Universidad Nacional de Cuyo.
El Aconcagua, ubicado en la provincia de Mendoza, es la montaña más alta del mundo, fuera del sistema de los Himalayas, y la segunda de mayor altura relativa detrás del monte Everest.
Sin embargo, un reciente estudio elaborado por científicos de diversas universidades nacionales e internacionales asegura que la montaña es aún más alta de lo estimado hasta el momento.
Los resultados establecieron que la montaña tiene una altura de 6.960,8 metros sobre el nivel medio del mar.
La novedad fue anunciada durante un acto que se llevó a cabo en la Universidad Nacional de Cuyo y contó con la presencia del rector del establecimiento, Arturo Somoza. La presentación técnica estuvo a cargo del director del Programa SIGMA (Sistema de Investigación Geodinámica del Monte Aconcagua), Luis Lenzano, y del responsable de las mediciones y futuro director del Instituto Geográfico Nacional (IGN), Sergio Címbaro.
Címbaro informó acerca de la necesidad de realizar un nuevo estudio sobre el Aconcagua ya que el único antecedente que había al respecto era una investigación realizada por la Universidad de Buenos Aires en 1956, que dio como resultado una altura de 6.959,6 metros.
Es por eso que, teniendo en cuenta los progresos alcanzados en investigación científica era necesario actualizar la información a través de una nueva medición con instrumentos científicos actuales.
En ese sentido, el científico advirtió: "Hoy no son comparables los datos; no se puede decir que la altura del cerro aumentó o disminuyó entre las dos mediciones, precisamente, por las distintas metodologías de investigación utilizadas". Sin embargo, subrayó que entre el resultado obtenido ahora, de 6.960,8 metros, y el anterior, "la diferencia es de apenas 1,20 metros".
Según una información publicada en la Agencia de Noticias para la divulgación de la Ciencia y Tecnología del Instituto ECYT de la Universidad de Salamanca, el director del SIGMA destacó la participación de la UNCuyo, la Universidad Nacional de Rosario, del Instituto de Ciencias de la Tierra filial Mendoza, del IGN, de las Universidades estadounidenses de Memphis, Hawaii y Ohio. Junto con esa colaboración, hizo hincapié en el aporte financiero que sustenta las actividades por parte de la Agencia Nacional de Ciencia y Técnica, del Conicet, de la UNCuyo y de la National Sciences Foundation de Estados Unidos.
Respecto del financiamiento, señaló que ello es una muestra clara de la "confianza de las instituciones en las actividades desarrolladas y especialmente en los resultados obtenidos". Al respecto, subrayó: "Nosotros no entendemos la ciencia y la técnica sin resultados".
Por su parte, Lenzano enumeró las características de las investigaciones que se llevaron a cabo en sitios claves seleccionados alrededor del Aconcagua, utilizando instrumental y tecnologías de última generación, con el objeto de determinar de manera certera el comportamiento de los glaciares.
Estas investigaciones, apuntó, forman parte de un programa internacional de estudio de los Andes Centrales que, a través de 2.700 puntos y 100 estaciones, tiene como objetivo "medir las variaciones que registra la corteza de la Tierra". En ese marco, situó "dos años de mediciones con GPS y de gravedad" para determinar "la altura del Aconcagua".
Sobre los conocimientos e instrumentos de última generación, destacó los aportes realizados por las Universidades Nacional de Cuyo, Rosario y San Juan, la dirección de Recursos Naturales Renovables de Mendoza, el Instituto de Estudios del Ambiente y Recursos Naturales (IDEARN) de la Facultad de Filosofía y Letras, del Instituto Argentino de Nivología y Graciología (IANIGLA) del Conicet y del Instituto Geográfico Nacional.
El rector de la UNCuyo, Arturo Somoza, definió el Aconcagua como "símbolo de Mendoza y la Argentina, con una gran proyección internacional" y como "foco de atracción no sólo popular sino también científica", por lo que "hay que aprovechar para instalar los estudios acerca de él".