Un hombre fue detenido acusado de haber secuestrado en Olivos a un empresario y a su hijo, por quienes se pagó un rescate de 7.000 dólares y joyas, gracias a que en el volante del auto de la víctima los peritos encontraron una de sus huellas dactilares.
El sospechoso fue identificado como Maximiliano Daniel Benedetti, quien tenía antecedentes penales y una libertad condicional otorgada en 2009 por el juez de Ejecución Penal Axel López, el mismo magistrado cuestionado por los casos de Tatiana Kolodziez, en Chaco, y Soledad Bargna, en la Capital Federal.
La detención del sospechoso fue realizada tras una investigación de la Fiscalía Federal 2 de San Isidro a cargo de Fabián Céliz, el mismo fiscal que en 2011 logró en el juicio la condena a prisión perpetua para Pablo Díaz, el violador que asesinó a Bargna cuando el juez López le había dado salidas transitorias.
Benedetti fue arrestado por detectives antisecuestros de la Superintendencia de Investigaciones de la Policía bonaerense en el barrio Los Troncos, de la localidad de General Pacheco, partido de Tigre, donde también fue demorada su concubina, Mercedes Acosta.
Las fuentes indicaron que en poder de la pareja detenida se recuperaron 2.800 dólares, celulares, un GPS y algunas joyas, todo parte del rescate pagado por el doble secuestro de padre e hijo.
El hecho que le imputan a Benedetti se inició el 24 de octubre pasado, alrededor de las 21.40, cuando la víctima, un gerente de ventas de una empresa identificado por la policía como Gonzalo Frejenal, circulaba en su auto Volkswagen Vento negro, con su hijo de 8 años, por las calles Chacabuco y Pelliza, de Olivos.
Allí fue interceptado por un Volkswagen Golf color gris que le cruzó el paso y de donde bajaron tres delincuentes armados que se subieron a su vehículo, uno al volante, otro en el asiento del acompañante y el tercero en la parte trasera, donde pasaron a Frejenal y lo sentaron al lado de su hijo.
Para evitar que el empresario intentara arrojarse del auto, uno de los asaltantes esposó su mano a la mano derecha de la víctima.
Los delincuentes se apoderaron de los tres "smartphones" que Frejenal llevaba encima -dos iPhone y un BlackBerry- y lo hicieron llamar a su esposa, a quien, según las fuentes, el empresario le dijo: "Mirá, no estoy boludeando, tengo un arma en la cabeza", y le pidió que juntara los dólares que había en la casa.
Según las fuentes, al hablar con la esposa y madre de las víctimas, el negociador de la banda le dijo: "Tenemos a tu esposo y a tu hijo, danos lo que queremos y los vas a tener sanitos y salvos. Buscá los dólares que tenés en la casa".
La mujer ofreció inicialmente 2.000 dólares, pero Frejenal le indicó que también recolectara otros 5.000 que tenía escondidos en el garaje de la casa.
Mientras se realizaban las negociaciones, los delincuentes circulaban por la autopista Panamericana escoltados por el VW Golf que actuaba de apoyo y presionaban a Frejenal para que no mintiera respecto a cuánto dinero tenía en su casa, colocándole una pistola en la cabeza a su hijo de 8 años, dijeron las fuentes.
Finalmente, los secuestradores pasaron por la casa de la víctima, ubicada en Díaz Vélez y José María Paz, de Olivos, donde por una ventana, pero sin salir de la casa ni mirar hacia la calle por expresa indicación de los captores, la esposa entregó una bolsa con alrededor de 7.000 dólares, joyas y otros objetos de valor.
Tras cobrar el rescate, los delincuentes le quitaron las esposas al empresario y lo liberaron junto a su hijo en la puerta de su casa, tras lo cual escaparon en su auto.
Mediante el rastreador satelital, el VW Vento de la víctima fue encontrado abandonado al día siguiente a metros del Hotel Intercontinental del complejo de countries Nordelta, en Tigre.
Los expertos en rastros de la Policía Científica lograron levantar del volante del auto una huella digital que al ser cargada en el sistema AFIS -la base de datos de improntas dactilares de delincuentes con antecedentes-, se detectó que pertenecía a Benedetti y por ello se ordenó su detención.
Benedetti quedó imputado de secuestro extorsivo agravado por tratarse una de las víctima un menor de edad, en una causa que se tramita ante la Fiscalía Federal 2 de San Isidro y la jueza federal de ese distrito, Sandra Arroyo Salgado.
Fuentes judiciales indicaron que en 2005 Benedetti había sido condenado por el Tribunal Oral Criminal 17 porteño a 10 años de prisión por robo calificado, privación ilegal de la libertad y encubrimiento, pero el 2 de febrero de 2009 el juez Axel López, interinamente a cargo del Juzgado de Ejecución Penal 2, le concedió la libertad condicional.