A sus 31 años, el mediocampista reconoció que su "carrera ha terminado". Los equipos de fútbol parecen no estar preparados para recibir a alguien que reconoce abiertamente su condición sexual. Mucho menos lo están los vestuarios.
Al menos así lo demuestran los hechos. Cuando en noviembre de 2011 el volante, por entonces, de Montreal Impact decidió asumir su homosexualidad y hacerla pública imaginaba que sería difícil su permanencia en el balompié, pero no que no conseguiría donde desarrollar sus habilidades.
A poco menos de un año, el jugador, también profesor de yoga, declaró: "No creo que las organizaciones
a
".
El oriundo de Carolina del Norte comentó: "Era consciente de que no podía seguir jugando de esa manera. Sabía que si iba a seguir debía salir del armario y la gente tenía que saberlo". El mediocampista aseguró que sus compañeros sabían de su sexualidad y que lo aceptaron tal como es, pero los clubes le cerraron las puertas.
El norteamericano comentó cómo fue su niñez: "Yo
. Cuando te dicen que los homosexuales son pecadores que van a quemarse en el infierno eterno y tú eres un niño, ¿
".
También se acordó de sus colegas, y demás deportistas, que no manifiestan abiertamente ser gays. "Estos chicos existen y están ahí fuera, y es frustrante para mí que no salgan".