Los milicianos del régimen asesinaron a una treintena de personas en el barrio de Al Qabun. El activista opositor Omar al Qabuni explicó a EFE que irrumpieron en el barrio disparando indiscriminadamente, tras lanzar cinco proyectiles RPG.
Los shabiha registraron casa por casa y reunieron a los detenidos en una zona del barrio para fusilarlos, contó.
Por su parte, Burhan Ghaliun, una de las principales figuras de la oposición siria, desestimó las declaraciones del viceprimer ministro sirio, Qadri Jamil, sobre una posible salida de Bashar Al Assad del poder para facilitar el fin del conflicto armado.
"El régimen quiere ganar tiempo, pero en ningún momento piensa en poner fin a la guerra contra su pueblo", declaró.
En el terreno, los combates proseguían sin tregua el miércoles y a mediados de la tarde ya habían muerto 77 personas, según un recuento de la Organización Siria de Derechos Humanos (OSDH).
La mayor ofensiva de las tropas gubernamentales tuvo lugar en Kafar Susa, al oeste de Damasco, donde con el apoyo de helicópteros y artillería pesada asesinaron a 22 personas.
La guerra civil en Siria está complicando cada vez más la precaria situación de Líbano, según la ONU. "El apoyo internacional al Gobierno y a las Fuerzas Armadas libanesas es cada vez más importante", dijo el subsecretario general del organismo para Asuntos Políticos, Jeffrey Feltman, ante el Consejo de Seguridad.
Explicó que se continúan registrando bombardeos en el norte y este del país y dijo que las tensiones en todo el territorio persisten e incluso "se exacerban fácilmente" debido a "los acontecimientos sirios".
Feltiman también aseguró que hay "una necesidad urgente" de lograr mayores fondos para responder a la alarma humanitaria dentro de Siria y también fuera, debido a la situación que atraviesan los refugiados en Jordania, Líbano y Turquía.