La organización islamista de los Hermanos Musulmanes es la más antigua y la más poderosa de Egipto. Esta fraternidad, creada en 1928 por Hassan al-Banna, el abuelo de Tariq Ramadan (*), es hoy el principal movimiento de oposición a Hosni Mubarak. Pero los Hermanos Musulmanes egipcios son mucho más que eso. Son el movimiento islamista más influyente del mundo árabe, el que dio nacimiento a la yihad (guerra santa) moderna y la vinculó con el salafismo (el deseo de retorno al Islam originario) proveniente de Arabia Saudita. La divisa de los Hermanos Musulmanes resume bien su ideología: "Dios es nuestro objetivo, el profeta nuestro jefe, el Corán nuestra constitución, la yihad nuestro camino, el martirio nuestra mayor esperanza".
Sayyid Qutb, el principal ideólogo de los Hermanos Musulmanes, ejecutado en la horca por Nasser en 1966, estableció la doctrina moderna de la yihad en particular en un libro, Jalones, publicado en 1964 y escrito durante sus largos años de prisión. Al-Qaeda y la casi totalidad de los grupos islámicos radicalizados adhieren a él y a su condena sin apelación contra los dirigentes de países musulmanes no gobernados según la sharia. Estos son condenados como apóstatas y por lo tanto blancos legítimos de la yihad. El egipcio Ayman a-Zawahiri, número 2 de Al Qaeda, es un ex militante de los Hermanos Musulmanes que fue encarcelado por Nasser.
Esta organización jugó un rol mayor a comienzos del año 2006 en la ola de protestas y manifestaciones a veces muy violentas en el mundo musulmán luego de la publicación en septiembre de 2005 de caricaturas de Mahoma en el diario danés Jyllands-Posten. La cofradía fue luego acusada da manipulación de la opinión pública tras haber mezclado caricaturas aún más ofensivas que no tenían nada que ver con las que habían sido difundidas en Dinamarca.
Los movimientos que a través del mundo siguen a los Hermanos Musulmanes son numerosos en Medio Oriente y a la vez en África y hasta en Europa. Los Hermanos Musulmanes tienen de este modo lazos históricos, por ejemplo, con el Hamas palestino del que son los principales proveedores de fondos y de armas a través de los túneles cavados bajo la frontera entre Egipto y la franja de Gaza. En la carta constitutiva del Hamas, considerada como una organización terrorista por los Estados Unidos y la Unión Europea, figura en el artículo 2 la afirmación de que el Hamas es una rama de los Hermanos Musulmanes.
Dicho esto, los Hermanos Musulmanes egipcios no son una organización monolítica, algunos miembros proclaman su apoyo a Al Qaeda y a la violencia y otros, la mayoría, afirman haber elegido una vía pacífica para tomar el poder y establecer un Estado islámico. La organización es descripta hoy por los especialistas de Egipto como esencialmente pragmática. Es lo que considera por ejemplo Shadi Hamid, experto en Medio Oriente para la Brookings Institution en Doha, en un artículo reciente publicado por Los Angeles Times.
Después del asesinato del presidente Anuar El Sadat -por haber hecho la paz con Israel- por una rama disidente de los Hermanos Musulmanes, oficialmente la organización no desarrolló más acciones violentas en Egipto. Como contrapartida, aunque está prohibida desde 1954, su actividad ha sido tolerada dentro de ciertos límites por Mubarak.
De hecho, los Hermanos Musulmanes le eran muy útiles. El presidente egipcio usó y abusó durante tres decenios del riesgo representado por los Hermanos Musulmanes para obtener el apoyo de Occidente y sobre todo de los Estados Unidos. Eso funcionó perfectamente. Desde 1979, Egipto es el segundo país del mundo detrás de Israel en términos de ayuda proveniente de los Estados Unidos según documento publicado el mes pasado por el Congreso estadounidense.
Los Hermanos Musulmanes mantenidos en vida pero bajo estrecho control por el poder han adoptado una estrategia de largo plazo ampliando poco a poco su rol social. Administran hospitales, dispensarios, centros de reeducación, organizaciones caritativas, escuelas, bancos... Tendrían actualmente millones de miembros. "No sabemos cuántos adherentes agrupa nuestro movimiento. El gobierno dice que son entre 3 y 4 millones. Pero nosotros no los contamos. Sólo sabemos que estamos en todas partes, en cada ciudad, en cada pueblo, en cada calle", declaraba el número 2 de la organización, Rashad al-Bayoumi, en una entrevista con el diario alemán Der Spiegel.
La organización presentó incluso candidatos bajo listas "independientes" en las legislativas de 2005 y obtuvo 88 bancas sobre 454 en condiciones poco favorables. Se retiró entre las dos vueltas electorales en las legislativas del año pasado para denunciar el fraude masivo.
Los Hermanos Musulmanes demoraron en sumarse abiertamente a las manifestaciones que pedían la salida de Mubarak y mantienen todavía discursos muy prudentes. Han condenado los ataques de principios de año contra los cristianos coptos en Egipto y afirman no querer instaurar la sharia contra la voluntad de la mayoría egipcio.
Pero, como escribe Charles Krauthammer en el Washington Post, eso se parece mucho a una táctica seguida con éxito durante la revolución iraní de 1979 por el ayatolá Khomeini y el movimiento islamista chiíta de Irán. Y, a pesar de una guerra mortífera contra Irak, sanciones económicas y la voluntad varias veces expresada -y reprimida- de la población de recuperar la libertad, la República Islámica de Irán sigue allí.
(*) Académico, filósofo y polemista musulmán, nacido en Suiza -donde reside- durante el exilio de su padre.