Hasta comienzos de los 90, a las transacciones en el mercado marginal de cambios se las denominaba por lo que son: canal paralelo, y de ahí "paralelo o negro".
Pero las operaciones se han sofisticado y los operadores buscaron diferenciar los tipos de cambio según el tipo de transacción, y allí surgió el "blue" en lugar de "black", ya que se trata de negocios en negro, es decir, fuera de los controles que ahora impone la AFIP, y en la legua inglesa blue hace referencia al color oscuro.
Pero también hay quien atribuye esa denominación a la fibra que usan varios cambistas para detectar si el billete del dólar es legítimo, dado que siempre existe la sospecha de que se filtren papeles falsos. Aunque, en rigor, también se observan billetes con sellos o marcas en rojo. Lo recomendable es que los billetes estén limpios y sanos.
También hay quien responsabiliza el nombre al sofisticado negocio de compra venta de la divisa a través del circuito definido como "contado con liqui", que consiste en comprar un bono dolarizado en pesos en la plaza local y venderlo en dólares en Wall Street; se lo denomina "blue chip", y las cuevas lo adoptaron.
De ahí que muchas veces se confunde cuando se está hablando del paralelo, que en general refleja operaciones con fondos no declarados a la AFIP o por sujetos que no tienen instrumento de crédito en el sistema, y el "blue chip", que forzosamente requiere tener las cuentas en blanco, porque se registra en el sistema bursátil. Más aún, porque puede ocurrir que las paridades de cambio resulten similares.