Desde hace más de veinte años en todos los congresos odontológicos se habla de cómo imitar a la naturaleza. A nadie le agrada ver las coronas (fundas) cuando se nota una línea gris alrededor de la encía. Por esto es que cada vez más los odontólogos buscan realizar estas coronas libres de metal.
Las actuales restauraciones cerámicas sin base metálica son una realidad creciente debido a las inmejorables propiedades ópticas y estéticas que presentan, gracias a su comportamiento con la luz, la capacidad para mimetizarse con los dientes naturales, y su excelente comportamiento con los tejidos bucales.
A pesar de las ventajas indiscutibles que poseen, es necesario aclarar que todavía presentan algunos problemas de tipo mecánico que limitan su uso en forma generalizada, siendo imprescindible el correcto diagnóstico para su eficaz aplicación.
Hay tres pilares fundamentales sobre los que se basa su selección:
* Importancia de belleza y estética en la sociedad actual.
* Concepto de la estética entendida como imitación de la naturaleza; hoy en día se busca una sonrisa armoniosa que sea correctamente mimetizada con la dentición natural.
* Porcelana como material ideal empleado en prótesis estética.
A pesar del éxito innegable que las coronas métalo cerámicas tuvieron durante las últimas décadas del siglo XX, los esfuerzos por conseguir sistemas cerámicos libres de metal que proporcionen mejor estética no cesan.
La corona totalmente cerámica constituye un modelo estético difícil de imitar por otros medios restauradores ya que permiten una mejor transmisión de la luz a través del mismo.
La característica más relevante de estos materiales es la posibilidad de imitar a los dientes, de una manera natural en cuanto a translucidez, vitalidad, coloración, textura, grosor, forma, tamaño y función.
Por lo tanto, es correcto decir que las porcelanas son consideradas el material ideal por sus propiedades físicas, biológicas (sin metales que actúen en el organismo) y ópticas, que permiten mantener el color con el paso del tiempo, resistir la abrasión y poseer gran estabilidad en el medio oral.
Un diagnóstico correcto y el consiguiente plan de tratamiento son las dos premisas indispensables para el éxito de una rehabilitación protésica estética. Tras la correcta realización de la historia clínica y estética, será posible conocer los cambios estético-funcionales de cada paciente, conformado así un conjunto de datos, los cuales deberán ser comunicados al laboratorista para la correcta confección de las coronas dentales.
Por: doctor Pablo Hernán Palmieri (MN 25716)